La Piedra Franca© - 3
Una Historia Masónica
José Schlosser
17
LAS LOGIAS
EL ESLABON PERDIDO
Como paso previo para el estudio de este tema debemos establecer una distinción básica, acorde con lo ya mencionado en el capítulo anterior: hay que considerar por un lado a los albañiles, maestros independientes y sus colaboradores, dedicados a los trabajos civiles en las poblaciones pequeñas y medianas, y por el otro a los equipos especializados en la edificación de grandes obras públicas y especialmente de catedrales, bajo cuyo rótulo incluimos tanto iglesias como monasterios. Las corporaciones de constructores, al igual que las otras corporaciones de artesanos, cuidaban los intereses de todos los constructores. Pero cada maestro de obra mantenía su autonomía, siempre que su actuación no contraviniera los reglamentos de la Corporación. Su "empresa" se organizaba según una división jerárquica interna, (maestro constructor, oficiales y aprendices), y un sistema de aprendizaje (al que nos referimos en el capítulo anterior). Los "talleres" de constructores independientes respondían a las necesidades edilicias corrientes en una población, tanto dentro de ella como en las zonas bajo su influencia: casas, graneros, establos, molinos, puentes locales, y pequeños edificios públicos. Una limitada habilidad surgida de la experiencia les era suficiente a estos artesanos para levantar una casa. No necesitaban para ello profundos conocimientos académicos y aunque el resultado no fuera perfecto, los errores estéticos eran disimulables con un relleno de estuco y una pared defectuosa podía ser afirmada con un soporte complementario que le devolviera el equilibrio.
En cambio, una catedral que se elevaría decenas de metros, culminaría con pesadas bóvedas, sostendría su estructura con sofisticadas columnas y gruesos muros, no podía admitir errores ni daba lugar a improvisaciones, por muy inspiradas que ellas fueran.
¿Quiénes eran los arquitectos e ingenieros capaces de asumir esta responsabilidad? No los podríamos encontrar entre los constructores locales. Recordemos en cambio nuestros comentarios en el anterior capítulo sobre monasticismo referentes a la dedicación de los monjes a aprender y practicar distintos oficios, especialmente aquellos relacionados con la construcción, tales como la albañilería y la carpintería. A ellos debió referirse Alberto Galletin Mackey en su Enciclopedia cuando decía que "los arquitectos de todos los edificios sagrados de la iglesia latina, donde quiera que se erigían, adquirieron el conocimiento de su ciencia de la misma escuela central". El Prof. F.M. Simpson, en una parte de sus tres tomos sobre la "Historia del desarrollo de la Arquitectura" hace la mejor descripción de este tema: dice que los propios monjes fueron los arquitectos de las catedrales francesas hasta mediados del siglo XII. Sus monasterios eran entonces los centros de la vida intelectual y artística. En las escuelas abaciales eran entrenados clérigos y laicos por igual, que trabajaban en la iglesia y en los edificios del monasterio donde aprendieron su oficio ... Gradualmente la enseñanza de los aprendices pasó de los monjes a los Maestros constructores laicos, muchos de los cuales habían recibido la mejor educación que en esos tiempos se impartía, eran tan educados como la mayoría de los clérigos y nobles, y seguramente ponían especial cuidado en la instrucción de sus aprendices para que estos fueran un reflejo de ellos mismos. Hábiles artesanos entrenados en esta forma se convirtieron en Maestros constructores que con el tiempo dirigirían los proyectos que (previamente) dibujaban en pergamino o papel, en forma de hacerlos claramente comprensibles para los trabajadores ...
De acuerdo a esta descripción, nuestros Arquitectos eran hombres excepcionales, poseedores de profundos conocimientos del arte de la construcción. Ellos dominaban la ciencia de los números y las proporciones, el "proyecto numérico oculto" que de acuerdo a la mentalidad de la época se relacionaba con conocimientos cabalísticos y astronómicos.
Douglas Koop1 fue un precursor cuando sostuvo la existencia de dos cuerpos separados, uno local y "civil" y el otro dedicado a la edificación de catedrales. Con la misma vehemencia J. Walter Hobbs2 sostiene la posición unitarista tradicional y niega tal separación.
1 "The Medieval Mason", Manchester, 1933.
2 "The Travelling Masons and Cathedral Builders" en las "Transanctions" de la Logia Quatuor Coronati No. 2076 de Londres.
Todas estas afirmaciones son producto de brillantes trabajos deductivos que lamentablemente no pueden ser comprobados por falta de una documentación que apoye a una o a otra posición.
Debemos confesar que el problema representó para nosotros un verdadero nudo gordiano que demoró la continuación de nuestro trabajo por varias semanas. Inútiles nuestros esfuerzos por deshacerlo hicimos como Alejandro Magno y lo cortamos con una conclusión propia: la afirmación de Koop se nos presenta como extremista y de difícil adaptación al resto de cuadro histórico que dibujan la mayoría de los autores, masónicos y profanos.
Pensamos que si bien aquellos arquitectos descriptos por Simpson eran intelectuales habituados al cálculo matemático, la geometría y el dibujo arquitectónico, no hubieran podido realizar el trabajo práctico prescindiendo de talladores que prepararan la piedra, de albañiles que levantaran los muros, de mezcladores que elaboraran la argamasa, de carpinteros que levantaran los andamios, de escultores y pintores que decoraran la obra, de tejedores y tintoreros que prepararan los cortinados, y sobre todo de Maestros de Obra secundarios3 que lo auxiliaran en el área de la construcción. Y ¿de dónde podrían haber reclutado a estos capataces, oficiales y aprendices? Pues precisamente de las "empresas" de constructores locales. Nuestros Arquitectos contaban con un presupuesto que les permitía ofrecer a estos trabajadores un salario adecuado. Pero sobre todo, tenían el respaldo de los reyes, de la Iglesia, de los terratenientes o de los nuevos ricos de una ciudad quienes financiaban la construcción de catedrales u otros grandes edificios, y que aplicando su autoridad o poder económico imponían el traslado de los artesanos necesarios para cumplir las tareas. Fue así como el arte de la construcción barrió fronteras. Primero las existentes entre regiones cercanas pero luego las que separaban la totalidad de cada una de las naciones embrionarias de la época. En Inglaterra, Francia, Alemania e Italia, el contacto profesional entre los masons, maçons, steinmetzens y muratori fue creando verdaderas "escuelas" de la construcción, cada una con sus características estilísticas y métodos propios.
3 Aparejadores: "Ayudantes de arquitecto. Quienes preparan las piezas que han de servir para una obra."
En las medianas y grandes ciudades, los artesanos constructores se habían corporativizado. Siguiendo esta tendencia, los pequeños albañiles pueblerinos que no tenían con quien asociarse en su terruño, mantenían sin embargo contacto con oficiales de su misma profesión residentes en la misma región. Esta relación y el deseo de los gobernantes de organizar cada uno de los oficios, hizo que más o menos formalmente adoptaran las normas de las guildas de constructores "mayores".
Con la información que trabajosamente hemos logrado reunir y despojar de la broza formada por improvisaciones y lugares comunes repetidos y distorsionados creemos haber encontrado el eslabón perdido que nos permite completar una argumentación lógica para explicar el fenómeno medieval de la construcción de catedrales: el único semillero laboral posible estaba constituido por los constructores locales. Sólo con ellos se hacía posible formar un equipo ad hoc que ejecutara un proyecto ambicioso. El hecho de integrar este equipo los distinguía, social y profesionalmente: los Constructores de Catedrales, por la especialización de su trabajo y por el prestigio que esta tarea implicaba constituyeron una verdadera elite, no solamente respetada y distinguida dentro de la sociedad de la época, sino a la que se otorgaban franquicias especiales para incentivar su participación.
CONSTRUCTORES ITINERANTES
La obra en construcción para la que el artesano era reclutado no estaba ubicada precisamente en las cercanías de su lugar de residencia, por lo que se imponía su traslado. Venía de cualquier otra región, donde faltara el trabajo, la remuneración fuera menos atractiva o simplemente el gobernante impusiera su autoridad. Lo importante era cumplir con la condición de ser un verdadero oficial que hubiera cumplido con todas las normas aceptadas por el sistema de aprendizaje y no un cowan4 improvisado. A través de esta movilidad el oficio de constructor se hizo interactivo y sus horizontes se ampliaron
4 Quien quedaba fuera del marco institucional era llamado cowan, una palabra escocesa que hoy se podría traducir como esquirol, en lenguaje más común un rompehuelgas. Estos cowans provenían generalmente del medio rural.
La construcción en gran escala fue una consecuencia del auge al que contribuyeron previamente las demás guildas comerciales o industriales. Las circunstancias hicieron que el trabajo no faltara: cuando la población pudo olvidarse de las acuciantes necesidades básicas que la preocupaban en épocas anteriores como alimentación y vestido, su imaginación creó nuevos objetivos en los que invertir el dinero sobrante. ¿Cómo agradecer a Dios? Construyendo nuevos lugares de culto. Y fue entonces cuando se desató una verdadera fiebre por levantar nuevas catedrales y por reconstruir las viejas. Esta idea se convirtió en obsesiva y se tradujo en una actividad edilicia sin parangón. Tanto en las pequeñas poblaciones como en las grandes ciudades la propia organización política dedicaba grandes fondos para la construcción de su monumento a la fe, que pretendía ser el más grande y el más lindo de la nación. Los ciudadanos a su vez competían por recibir las indulgencias5 que prometían obispos y papas a cambio de sus aportes. Y no solamente de dinero sino también de trabajo manual: la Iglesia parangonó a quienes colaboraban en los trabajos de construcción con los soldados que se habían enrolado en las Cruzadas para liberar Jerusalén. Las multitudes desorganizadas se convirtieron en verdaderas hordas, que desesperadas por lavar sus pecados, molestaban más que ayudaban al proyecto. Documentos contemporáneos llegan a contar, -exageración aparte,- que en algunas obras hasta mil hombres se ataron a un carro para arrastrarlo simbólicamente.
5 Remisión parcial o plenaria que concede la Iglesia de las penas merecidas por los pecados.
LOGIA
El lector habrá notado que a pesar del título, desde el comienzo de este capítulo no hemos utilizado la palabra logia, hablado en cambio de talleres unidos en guildas o corporaciones de constructores. Hemos evitado decir logia porque ha sido nuestra intención ubicar cronológicamente y en forma fehaciente la etimología y los procesos históricos de los que resultaron las acepciones de la palabra. Ha llegado pues el momento de analizar la información con que contamos.
EL FRANCONIO
En nuestro capítulo 13 decíamos que el reino franco "cuyos territorios incluían el norte de Galia, Bélgica y una franja de Alemania, era gobernado por la dinastía de los Merovingios, desde que Meroveo contribuyó a vencer a las hordas del huno Atila en los Campos Cataláunicos en el 451". Al imponer su dominio efectivo sobre las Galias y otras zonas limítrofes, introdujeron también su lenguaje, el franconio. Este idioma, hablado por Clodoveo y Carlomagno constituye un emotivo puente cultural con el pasado europeo.
Sorprendentemente el franconio (francique en francés), no es una lengua muerta, sino que hoy en el este de Francia, más precisamente en el departamento de Mosela cuya capital es Metz, se habla como idioma corriente. El luxemburgués se considera un derivado del franconio. También encontramos un dialecto del mismo en algunas regiones de Bélgica. El franconio es llamado también el "platt" y derivados del mismo son hablados por centenares de miles de alemanes que lo definen como "Hochdeutch" (alto alemán). Este a su vez se divide en dos ramas dialectales: mitteldeutch (alemán medio) y oberdeutch (alemán superior) que asumen distintas variantes algunas ininteligibles entre sí.
LAUBJA
Al franconio pertenece la palabra laubja de la que se considera derivaron las posteriores loge (francés), lodge (inglés), loggia (italiano) y logia. En los diccionarios y textos que comúnmente puede encontrar el lector se menciona laubja o su posterior laube como fuente etimológica de la actual logia. Pero en todos ellos se les atribuye un "origen germánico". Esto no es un error, pero se comete una grave omisión cuando no se menciona el importante hecho de que el idioma germánico del que proviene es el franconio. Si bien es cierto que los francos eran un pueblo "bárbaro" de origen germano, la generalización del origen de la palabra logia que estudiamos hace que pierda gran parte de su rico contenido histórico.
SIGNIFICADO
Del franconio pasó pues la palabra laubja al francés como loge y de allí al inglés medio. Recordemos lo que dijimos en el capítulo anterior: el "Inglés Antiguo" conocido también como idioma "Anglo-Saxon" fue hablado en Britania desde el siglo V, cuando se asentaron allí anglos y sajones provenientes de la península címbrica de Dinamarca (Jutlandia) cuyo idioma pertenecía al grupo anglo-frisio de las lenguas germánicas occidentales. El "Inglés Medio" se desarrolló entre 1100-1500. Dentro de estas fechas se han encontrado los primeros documentos que utilizan la palabra lodge: los mismos datan del reinado de Eduardo I quien para agradecer a Dios por haber salvado su vida en un naufragio ordenó la fundación de un monasterio cisterciano en el lugar que denominó Vale Royal Abbey.
El significado originario de la palabra laubja es el de cobertizo y así se siguió usando durante mucho tiempo. Acepciones posteriores como las de residencia temporaria (para la temporada de caza por ejemplo) o de servicio (para un portero o guardián), fueron solamente variaciones secundarias para el significado que ocupa nuestro interés: lodge, -o más habitualmente en su forma francesa loge,- tuvo el sentido de galpón anexo a una cantera o a un edificio en construcción destinado a guardar los planos y herramientas, que serviría también como comedor o dormitorio de aquellos operarios que como vimos venían de lejanos lugares. Una organización sencilla pero efectiva debió requerir que, en lugar del taller utilizado en otros oficios, hubiera un lugar donde el Maestro impartiera sus órdenes.
LOGIA EN EL MANUSCRITO REGIO
En el tercer punto del Manuscrito Regio de 1390 (el más antiguo documento sobre los masones operativos encontrado hasta hoy y que incluimos en el capítulo 19 junto con comentarios sobre el mismo) se escribió:
TERCIUS PUNCTUS6 6 Original en inglés medio. 275. The thrydde poynt most be severele, |
THIRD POINT7 7 En inglés moderno. The third point must be severele, (severely) |
TERCER PUNTO
El tercer punto debe severamente |
El estudio del contexto nos muestra cómo aun en 1390 logia seguía teniendo el significado de sede en la que se reunían los constructores. No tendría otra explicación la utilización de la palabra cámara para referirse al cuidado con que deberían guardarse los secretos del oficio.
LOGIA EN EL MANUSCRITO COOKE
Treinta años más tarde (c.) se escribía el llamado Manuscrito Cooke. Este es el texto, en su Inglés Medio original, de su noveno punto:
The. IX. poynt yf he be wy|s|er
|
The 9th Point,8--If he be wiser, 8 En inglés moderno. |
El noveno punto: si fuese más sabio y agudo que el compañero que trabaja con él en la Logia o en cualquier otro sitio, y si percibe que el otro debe dejar la piedra sobre la que está trabajando por falta de habilidad y que puede enseñarle a corregir la piedra, deberá instruirlo, para que el amor crezca entre ellos y el trabajo del Señor no se eche a perder.
Vemos como en este punto, la igual que en el Manuscrito Regio el significado de logia parece indicar el lugar físico en el que se trabaja, el lugar de reunión de un grupo corporativo.
LAS ORDENANZAS DE ESTRASBURGO
Podemos suponer que a partir de esta época el sentido de la palabra lodge comenzó a cambiar tanto en Inglaterra como en otros países europeos, significando la propia organización de masones operativos que trabajaban juntos en una misma obra y que se regían por un conjunto de normas, escritas o consuetudinarias.
Es así como ya en 1459, en las "Constituciones de los Masones de Estrasburgo" nos encontramos con significativas novedades. Por gentileza del MRH Georg Lesser van Waveren, Director del Deutsches Freimaurermuseum de Bayreuth en Alemania hemos conseguido el texto original en alemán de estas Constituciones, contenido en el libro del Hermano Karl Christian Friedrich Krause "Die drei ältesten Kunsturdunden der Freimaurerbrüderschaft". De las mismas reproducimos tres de sus artículos:
m) Item wer es auch dafs sich geheiner ser der were Steinwerks us massen oder von uszuge an nemmen wolte des er sich nit verwuste us de grunde zu nemen und der auch kenem Werkmann darumb gedient noch sich hüte, Fürderunge nit gebrucht hett der soll sich der Stück nit ennehmen in keinem Wegk, wolte sich aber ener solichs unterziehen, so sol kein Geselle nit by Ime ston, noch in sin Fürderunge nit ziehen, umb dafs die herrn zu unzimlichen Costen cument, durch einen solichen unwissenen Meister.
s) ... Un wan auch einen Wandel Gesellen gebürt, fürter zu wandeln, so sollent sie in Solicher massen scheiden von ihrem Meister und von den Hütten also dafs sie niemans schuldig blibent un gegen aller Menschlichem unglaghafft sient, also billig ist.
t) Item Ein jeglich wandel Geselle uff welcher Hütten der gefürdert wert sol seinem Meister und dem Parlierer gehorsam sin noch Steinwerksrecht und Harkumen, und sol auch alle Ordenunge und Fryheit halten die uff derselben Hütten von alter Herkumen sint ...
Y su traducción no literal:
m) Si uno acepta, ya sea en parte o totalmente un trabajo y no sabe como realizarlo ni después de haber consultado a algún oficial ni después de haber preguntado a la Logia, de ninguna manera deberá emprender dicho trabajo. Pero si lo intenta, ningún compañero debe trabajar con él. De este modo los señores no se encontrarán a expensas de tan ignorante maestro.
s) ... Y cuando un compañero itinerante del oficio desee seguir con su viaje, debe abandonar la Logia y a su Maestro sin estar en deuda con nadie y sin que nadie tenga ninguna rencilla contra él, haciéndolo así de manera apropiada y correcta.
t) Según las normas y las antiguas usanzas de la Masonería ("Steinwerksrecht") un compañero itinerante deberá obedecer a su Maestro y al Orador, sea cual sea la Logia en que se encuentre. Deberá asimismo observar todas las normas y privilegios que provengan de las antiguas usanzas de dicha Logia ...
El término hütte o hütten en plural (y también bauhütte9 o bauhütten) corresponde a nuestra palabra logia.
9 Las acepciones posteriores de la palabra "Bauhütte" se aproximan más al significado de gremio.
Una lectura atenta de estos párrafos nos permite notar la evolución que ya había sufrido su significado: el haber "preguntado a la Logia" o el "abandonar la logia" o el obedecer al Maestro u Orador de "sea cual sea la logia" nos están indicando la existencia de una institución y no la un simple refugio construido provisoriamente al lado de la construcción o de la cantera.10
10 Dejamos constancia de nuestro profundo agradecimiento a los RR:.HH:. Werner Anzorgen y Rob Heiden Heimern por su gran ayuda en nuestra tarea de conseguir y analizar el material referente a los orígenes de la Orden en Alemania. Y a nuestra buena amiga Yuta Friedman y al Q:.H:. Gunter Tramer por su apoyo en nuestra tarea de atravesar las barreras idiomáticas.
No podemos dejar pasar esta oportunidad para agregar un nuevo elemento a la afirmación del origen inglés de la Masonería especulativa. Este es el mensaje que hemos recibido del M:.R:.H:. Jurgen Luckas, Venerable Maestro de la Logia de Investigación "Quatuor Coronati" de Bayreuth en Alemania, a propósito de la pregunta que le hicimos sobre el uso de la palabra Bauhutten:
"Eine bodenstandige Entwicklung der "spekulativen" Logen aus den "praktischen" Bauhutten hat es in Deutschland nach meiner Kenntnis praktisch nicht gegeben. In der Fruhphase der deutschen Freimaurerei, also Mitte des XVIII. Jahrhunderts waren die meisten der Deutschen Bauhutten bereits |eingegangen bzw. bedeutungslos geworden. Hinzu kommt, da? die damals noch|bestehenden Bauhutten fast ausnahmlos katholisch waren und damit gegen die Freimaurerei eingestellt waren. Der raumliche Entwicklungsschwerpunkt der deutschen Freimaurerei lag deshalb auch weitgehend in nicht-katholischen Gegenden."
"En mi opinión no hubo en Alemania una evolución orgánica de las logias operativas que resultara en la creación de logias especulativas. En los orígenes de la Francmasonería alemana (especulativa), a mediados del siglo XVIII, las logias operativas se habían hecho insignificantes. Las que subsistieron eran principalmente católicas y por lo tanto opuestas a la Francmasonería. El desarrollo de la Orden se produjo posteriormente y en general en regiones no católicas."
LOS ESTATUTOS DE SHAW
En los estatutos que establece en 1599, en Escocia, el Maestro Real de Obras William Shaw, la acepción gremial de logia es indudable11:
11 En documentaciones del año 1600 se puede encontrar lo que parecería ser la recepción del primer masón "aceptado", John Boswell, en Edimburgo, Escocia.
7.- En cada una de las logias en que se distribuyen los masones se escogerá y elegirá cada año un vigilante que estará a cargo de la misma, ello por sufragio de los maestros de dichas logias y con el consentimiento de su Vigilante General si se halla presente. Si no es así, se le informará de que un vigilante ha sido elegido por un año, a fin de que pueda enviar sus directrices al vigilante elegido.
11.- Ningún maestro recibirá aprendices sin informar al vigilante de la logia a la cual pertenece, a fin de que el nombre de dicho aprendiz y el día de su recepción puedan ser debidamente registrados.
... Es por ello que el Vigilante General les ha requerido firmar el presente manuscrito de su propia mano, a fin de que una copia auténtica sea enviada a cada logia particular de este reino.
SOCIEDADES PRE-LOGIALES DE MASONES
El exhaustivo análisis del origen y desarrollo del significado de la palabra logia a que nos hemos dedicado, tuvo el propósito de agrupar la extensa y muchas veces contradictoria información que circula al respecto en distintos idiomas. Destacamos sin embargo, que a pesar de la tardía utilización de la palabra para definir una agrupación gremial de constructores, asociaciones de este tipo ya existieron antes de los primeros años del siglo XV, fecha en la que afirmamos que se comenzó a utilizar la palabra logia en este sentido.
Pruebas de ello las encontramos en distintos documentos fechados más de doscientos años antes del Manuscrito Regio. Revisando este material, se puede concluir que si bien el Manuscrito Regio es uno de los primeros documentos masónicos existentes, el nacimiento y desarrollo corporativo comercial y artesanal, -incluyendo al oficio edilicio,- tiene como patria a toda Europa, y sus reglamentos son anteriores al Regio. En la propia Inglaterra Eduardo III establecería normas referidas a los freestone masons y se fundaría la Compañía de Masones en 1356.
No bien comenzó el siglo XI, el arte románico comenzó a independizarse de sus padres monásticos. Y en todo el continente los nuevos gremios entre los que se contaban los de constructores se plantearon la necesidad de establecer controles que protegieran su trabajo, afirmaran su poder colectivo e impidieran la concurrencia. Sus patrones, -monarcas, Iglesia, señores o burgueses,- deseaban controlar los cuerpos gremiales que se creaban siguiendo la tendencia corporativizante de la época. Cada nación respondió a su manera a este surgir del apoyo mutuo.
En Italia, ciudades como Milano, Pavia, Asti, Piacenza, Verona, Lucca eran sede de dinámicos mercados. Venecia, Nápoles, Ravena, Bari y Amalfi y Génova abrían sus puertos al comercio mediterráneo. Todos bullían de actividad. Su naciente burguesía integrada por mercaderes y artesanos encontraba una población creciente que requería sus productos. El sur se había liberado del peligro árabe con la conquista de Sicilia por los Normandos. En el centro los papas dominaban el estado pontificio. El norte ve surgir el movimiento de autonomía ciudadana. Y precisamente en Pavia nos encontramos con el ejemplo buscado: un documento de principios del siglo XI en el que ya se establecían los privilegios concedidos por las autoridades a los grupos de comerciantes y artesanos de la ciudad, entre los que también estaban los constructores. En Florencia el nacimiento de los gremios o arti es especialmente notable desde fines del siglo XII.
En nuestra visita al Archivo del Estado, en Boloña, encontramos el documento12 titulado en latín Statuta et ordinamenta societatis magistrorum muri et lignamiis13 más conocido como la Carta de Boloña. Está fechada en 1248 y fue ordenada por el podestá (alcalde) Bonifacio De Cario.14 En el mismo Archivo se encuentra una lista de 371 maestri muratori del año 1272.
12 Consta de tres hojas bastante dañadas por el tiempo de 30 x 40 cmts.
13 Maestros de Muro (albañiles) y Maestros de Madera (carpinteros). En 1257 se formarían dos gremios separados.
14 El reconocido historiador de la Masonería, con cuya amistad nos honramos, Prof. José Ferrer Benimeli de la Universidad de Zaragoza, afirma la autenticidad e importancia de este documento.
En 1268, Etienne Boileau, el preboste de París, siguiendo las órdenes de Luis IX, redacta y promulga el Livre des Métiers, regulando la actividad de ciento treinta corporaciones entre ellas las de constructores, mezcladores y moldeadores en el artículo 48°.
Existen constancias de que en 1275 ya se reunían formalmente los masones en Estrasburgo. Y como vimos, en 1599 William Shaw redacta los estatutos que llevan su nombre.
Durante todo este período que comienza en la Alta Edad Media, cualquiera fuera el país y llámense o no Logias, las asociaciones de constructores, así como la de otros gremios de artesano, ocupan un importante lugar en el desarrollo socio-económico europeo y su trascendencia se refleja aun hoy en leyes y costumbres laborales.
Tal como hemos mencionado y veremos en capítulos posteriores, la importancia de los gremios de masones (constructores) se hace notable después del siglo XII, cuando los edificios góticos adquieren todo su esplendor.
18
EL CONSTRUCTOR
HASTA Y DURANTE EL IMPERIO ROMANO
El oficio de construir acompañó toda la historia del hombre. Con su vivienda él pudo adaptarse a los distintos climas en los cuales se desarrollaron las civilizaciones del mundo.
Imaginemos al hombre primitivo, sometido a las inclemencias del tiempo y a la voracidad de los animales feroces. Debió buscar una "segunda piel", un refugio. En las regiones tórridas, las ramas de un árbol curvadas hasta llegar a la tierra y cubiertas de hojas y barro cumplían ese propósito. Materiales perecederos y que se podían descartar cuando se abandonaba un lugar después de algunos días, semanas o meses.
En los climas fríos debió entrar en cuevas donde luego encendió también un fuego para calentarse y achicó su entrada amontonando piedras. Formas más sofisticadas como las de los iglus eran pruebas de su ingenio. Así nació nuestro ancestral constructor, miles y miles de años antes de Cristo. En las brumosas cumbres de los Montes Himalaya, en el Alto Egipto y en la Nubia africana, en Europa Central, en América, en Australia. El predio delimitado por la vivienda tuvo también importancia intelectual, pues marcaba un espacio de privacidad. Cuando no quiso depender del azar, comenzó a cavar agujeros y techarlos con pieles. Era la mejor solución para una dinámica vida nómade.
Y así las oleadas humanas iniciaron un lento pero constante movimiento a través de ríos y montañas, de prados y desiertos, en búsqueda de su propia "tierra prometida". El periplo que duró cientos de años llevó a los Arios1 desde las alturas tibetanas hacia el oeste. La barrera natural que encontraron cuando llegaron al Mar Caspio los abrió en un abanico que abarcaba al Mediterráneo y a los confines de Europa: a los camitas hasta el Nilo, a los semitas a las áridas tierras que van desde la Medialuna de las Tierras Fértiles al Mediterráneo. Los distintos grupos que eligieron el camino europeo fueron empujándose para reubicarse en distintas zonas. La raíz idiomática era indo germánica en la que se pueden distinguir tres divisiones: el nórdico (islandés, noruego, sueco, danés), el véstico (alemán, holandés, inglés, valón) y el óstico (gótico, burgundio, vándalo).No solamente la evolución de sus idiomas sino que también la organización política y militar los separó durante mucho tiempo.
1 Aria no es una raza, sino que significa montañés.
Restos arqueológicos de cimientos circulares hechos con piedras que presuntamente sostenían carpas, datan de hace catorce mil años. La práctica de la agricultura hizo que las tribus se sedentarizaran y fueran construyendo estructuras más duraderas. Los primitivos materiales de construcción se fueron sofisticando, superando la etapa de las hojas, el barro2 y el cuero a los que nos referimos. Evidencias de cabañas de cañas amarradas y revocadas se encuentran en Europa y el Medio Oriente. Al comenzar la utilización del bronce y luego del hierro se fabricaron herramientas más perfeccionadas para cortar la madera y en las zonas boscosas se pudieron construir también casas de troncos. Donde no era fácil conseguirlos se impusieron la piedra y la arcilla, que poseían la ventaja de ser resistentes al fuego. Mucho más tarde, se llegó a la utilización de materiales prefabricados. La próxima etapa, a mediados del séptimo milenio antes de Cristo, comenzó a mostrar estructuras rectangulares que se podían dividir con más facilidad y permitirían posteriormente que las viviendas formaran conjuntos. Este cambio fue posible gracias a los bloques de adobe3 que comenzaron a usarse y que marcaron el comienzo del verdadero oficio del masón.4 Recién en el año 3000 A.C. aparecen en Mesopotamia los ladrillos cocidos. Su resistencia posibilitó arcos angulares que formaran bóvedas y sostuvieran los techos.
2 Tapial: mezcla de barro, paja y grava con la que se levantaban muros, rellenando un encofrado de madera. Al llegar a cada quince o veinte centímetros de altura la mezcla se apisonaba para hacerla más resistente.
3 Adobe, un sistema ancestral por el que se amasan tierra y paja mojadas por agua. Luego se vuelcan en moldes y se secan al sol, dando como resultado ladrillos de barro.
4 La construcción con piedra, ladrillo y otros materiales se llama "albañilería".
Estos ladrillos se pegaban con barro o materiales bituminosos.5 Más adelante acompañó el desarrollo de las técnicas constructivas el concreto u hormigón, bajo distintas formas pero que presenta la característica común de adquirir especial dureza al secarse. La base de su fabricación es un "agregado" inerte desde el punto de vista químico, generalmente arena o grava. A él se incorpora agua y un material aglutinante. En Babilonia y Asiria este era la arcilla. Los egipcios perfeccionaron la técnica sustituyendo la arcilla por una mezcla de yeso (aljez) y cal. Los ríos que permitieron el desarrollo de la agricultura, tuvieron una importante función en el desarrollo de la vida sedentaria. El Tigris y el Eúfrates en Mesopotamia, el Nilo en Egipto, el Indo en Pakistán e India y los ríos Huang Ho (Amarillo) y Yang Tse en China sirvieron para irrigar los sembrados y a sus orillas nacieron las primeras ciudades. Primero como centros urbanos independientes. Luego como sede del poder de extensas regiones.
5 Con ladrillos y piedras se habían levantado primero paredes sostenidas por su propio peso (a hueso).
La mente creadora del hombre se disparó. La ecología impuso sus huellas y cada civilización fue adquiriendo sus propias características, pero todas con un impulso creador incontenible, que en conjunto brindaron al mundo el firme y savioso tronco del que surgirían las ramas de las culturas básicas de la humanidad: la India, Asiria (luego Persia y Babilonia), Egipto (luego los hebreos), Grecia, Roma. Floreció el espíritu y nacieron los dioses. Para adorarlos, los descendientes de nuestro constructor original les erigieron imponentes monumentos. Estos últimos comenzaron a adquirir un significado simbólico, con lo que se atravesó el límite entre la simple construcción y el arte arquitectónico.
En el 3500 A.C. se habían construido las primeras murallas en Egipto. Europa tardaría otros mil quinientos años en adoptar la defensa por fortificaciones. En el 2.600 A.C. se levantaron las pirámides.
La expansión demográfica fue extendiéndose en círculos concéntricos. Nos detendremos solamente en dos regiones de fundamental importancia para nuestro estudio.
MESOPOTAMIA6
6 Coincide en gran parte con Irak de hoy.
Aparentemente, el calor y la sequedad del clima mesopotámico no eran los ideales para los cultivos. Pero los primitivos agricultores aprendieron pronto a controlar y almacenar el torrente que en las épocas de las inundaciones bajaba por el Tigris y el Eúfrates, convirtiendo a la región en una de las más fértiles de la antigüedad. Distintos pueblos dominaron Mesopotamia a través de cuatro mil años. Las ciudades que construyeron probaron su progreso: Ur al sur, Babilonia al centro y la Nínive asiria en el norte.
Destaquemos especialmente que el poder de los monarcas babilónicos, a la vez supremos sacerdotes, era absoluto. Todo el aparato gubernamental se desarrollaba en forma piramidal. El sistema estaba basado en la adoración de la divinidad, cuyo templo constituía también el centro administrativo. Su forma sobresaliente era la cúbica, aligerada por el escalonamiento en terrazas.7 El sólido conjunto se abría a un patio interior. Sus paredes tuvieron pocas aberturas, pero las pocas puertas y ventanas utilizaban ya algunas formas de arcos y bóvedas. La principal preocupación debió ser la defensa, por lo que las ciudades se rodeaban de murallas.
7 ¿La legendaria Torre de Babel?
EGIPTO
Egipto nació gracias al riego y fertilización del río Nilo sobre más de mil kilómetros de tierras pedregosas. Alrededor del año 3000 A.C. se unificó todo el territorio bajo la égida de los Faraones, cuyas sucesivas dinastías tuvieron suprema autoridad militar y religiosa.
Sus primeras ciudades fueron construidas con ladrillos de barro secados al sol: recién en el tiempo de los romanos comenzó a utilizarse allí el ladrillo cocido. Pero la importancia egipcia en el desarrollo de la construcción fue la posterior utilización de piedras calcáreas, areniscas y graníticas talladas de las que abundaban en esa zona: desde el año 2575 A.C., -coincidente con la cuarta dinastía,- cambiaron en forma abrupta su tradicional sistema de construcción con ladrillos y comenzaron a utilizar una nueva técnica con piedras.
Lo hicieron en forma limitada, debido a que la extracción, el transporte y la adaptación de la materia prima a los objetivos arquitectónicos eran muy difíciles. Las canteras eran superficiales, aunque se han encontrado túneles que ampliaban las posibilidades y la calidad de la extracción. Las herramientas utilizadas eran picos con los que se exponía la cara superficial y se determinaban los cuatro costados de un bloque rectangular. Para separarlo del lecho, se perforaban agujeros en los que se introducía madera que luego se mojaba en forma tal que al hincharse produjera el rompimiento definitivo. Palancas levantaban los bloques de toneladas de peso que se colocaban sobre troncos y eran empujados por hombres y animales hasta su destino o hasta las orillas del Nilo, donde también se usaban barcas para su transporte. En la obra se daba el acabado definitivo a la piedra utilizando mazos, cinceles, reglas, escuadras y plomadas.
El poder era aun más centralizado que en Mesopotamia, dándole carácter divino al faraón. Siendo las canteras propiedad faraónica, las grandes construcciones eran generalmente públicas, en especial templos y tumbas reales, cuya importancia y tamaño fue creciendo hasta culminar en las pirámides,8 la forma arquitectónica de expresar la creencia egipcia en la supervivencia a la muerte.
8 El complejo funerario más famoso es el integrado por las pirámides de Keops, Kefrén (con su esfinge), Micerino y otras seis estructuras menores.
Precisamente el centro de estos monumentos funerarios era la cámara mortuoria, en la que su fe se expresaba a través de pinturas y relieves. La monumentalidad de las construcciones y forma plana del adintelamiento que las cubría son la principal característica de su arquitectura.
La planta de los templos se desarrollaba a lo largo de eje central. En la entrada, dos macizos pilones sobre los que se apoyaba un dintel o viga, abrían el camino a un patio abierto guardado por dos filas de columnas. Sobre las últimas se apoyaba un techo formando una sala que precedía la entrada al recinto sagrado. Recomendamos al lector comparar estos elementos con el capítulo posterior "Del Tabernáculo al Templo", para fijar la influencia de la arquitectura egipcia en la construcción sagrada hebrea.
EL MEDITERRÁNEO
Después del año 1800 A.C., las culturas del Mediterráneo oriental se vieron fuertemente influidas por las técnicas egipcias. Especialmente en Grecia pero también en el sur italiano se levantaron varios templos construidos con piedras calcáreas y mármol. Las técnicas fueron algo distintas: primero, no se levantaron construcciones descomunales, sino más proporcionadas. Segundo, no se movilizó en conjunto a millares de obreros, sino que se encomendó cada parte de la obra, -las columnas por ejemplo,- a distintos constructores especializados. Muchas partes se unían con ganchos metálicos. Se comenzaron a usar vigas de hierro y aún de madera para reforzar la estructura. Los ladrillos fueron de uso común y se los afirmaba con mezcla, pero los dinteles y las columnas eran rematados con vigas de piedra. Se comenzó a techar con tejas.
La arquitectura griega se desarrolló en cuatro períodos: arcaico, severo, clásico y helenístico. El estilo de la edificación es definido por el de las columnas. Los tres órdenes en las columnas, -Dórico, Jónico, y Corintio,- formalizaron los principios estructurales y decorativos.
Así pues, el Egeo en particular, vio surgir una nueva arquitectura, pero junto a ella brilló el arte, la filosofía y la ciencia jónicas, uno de los fundamentos de la rica Atenas clásica de Pericles9 en el siglo V A.C.
9 450-430 A.C. Democracia ejemplar.
El espíritu del constructor primitivo evolucionó, se hizo artístico, armonioso y detallista. Encontró en todo el mundo helénico que conquistó el macedonio Alejandro, -en el siglo IV A. C.,- el escenario grandioso para expresar con mármoles y columnas toda la exquisitez de un espíritu competitivo y creador, dentro de un estricto orden urbanístico. La ciudad se desarrollaba a partir de la Plaza o Ágora, centro de las actividades políticas. Las calles eran cuadriculadas y dentro de ellas ocupaban un lugar destacado las bibliotecas, el mercado techado, el estadio, y los teatros. Este período helenístico se prolongó hasta el siglo I D.C.
LA ARQUITECTURA ROMANA
Etruria, hoy Toscana, es una región italiana cuyos límites son el propio mar Tirreno, los montes Apeninos y los ríos Tíber y Magra. Sus habitantes, los etruscos, fueron un pueblo ario que llegó desde el Asia Menor. Su nivel cultural superaba al resto de las poblaciones de la península. Posteriormente llegarían a dominarla casi totalmente. Su importancia en este cuadro sinóptico es la de que ellos adoptaron las técnicas de construcción en piedra y fueron los primeros en utilizar en sus edificios el arco. Posiblemente fueron inspirados por algunos intentos griegos realizados en el sur de Italia.
Pero el hecho es que la influencia etrusca sobre la primitiva arquitectura romana es evidente. Esta a su vez superó las fuentes y perfeccionó las técnicas. Entre ellas la llamada "Opus Caementicium" para levantar paredes, una forma temprana de lo que hoy conocemos como hormigón, consistente en agregar a la mezcla piedras pequeñas y rellenar con ello un encofrado. Como la terminación no era muy estética, la revestían con piedras preparadas en bloques rectangulares que se colocaron según distintos estilos a través de las épocas: Opus Quadratum (como en el Coliseo), Opus Incertum (ya en los siglos II y I A.C.), Opus Reticularum y Opus Testaceum (en el Imperio) o el Opus Mixtum (siglo III D.C.).
Pero lo que decididamente fijó la importancia de la arquitectura romana fue la utilización del arco de medio punto (aquel cuya curva forma un semicírculo exacto) al que encontraremos nuevamente cuando estudiemos la arquitectura románica.
En la Roma imperial, Augusto propició una arquitectura grandiosa. César Octavio, "Augusto", nació en el año 63 A.C. y murió en el 14 de nuestra era. Con él comenzó el período del Imperio. Fue el responsable de importantes reformas en todos los órdenes de la vida romana: sus excelentes resultados hicieron olvidar su carácter dictatorial ("Siglo de Augusto"). Organizó expediciones de conquista. Dividió al Imperio en "regiones" (Italia) y provincias (territorios conquistados), a los efectos de optimizar el censo y su objetivo, la recepción regular de impuestos.
El arte de Grecia y los demás territorios conquistados fue sublimado en la construcción de espléndidos y fastuosos edificios. En ellos se destacaba la composición de los órdenes jónico y corintio.10 Las construcciones culminaban en arcos de medio punto, que por rotación se desarrollaban en suntuosas cúpulas o domos (semiesféricos) y que por translación generaban impresionantes bóvedas de cañón.
10 Orden Compuesto = Jónico + Corintio. Los romanos mezclaron estos cuatro Órdenes, y agregaron el Toscano, más sobrio, sin estrías. Por ej.: en el Coliseo hay columnas Dóricas, Jónicas y Corintias.
Estas cúpulas y bóvedas romanas son las principales características que diferenciaron la arquitectura imperial del estilo griego. Los templos circulares, los anfiteatros semicirculares, las lujosas termas, el Foro, los arcos de triunfo, pero también las útiles grandes avenidas, los acueductos, los puentes y las carreteras, proclamaban el culto a la riqueza de la Roma triunfal. El Constructor dejó de ser un artista para convertirse en un verdadero empresario, ya que solamente una perfecta organización profesional y administrativa podría satisfacer las exigencias de una sociedad en total ebullición. Quizá fueran estos los remanentes de los Collegia Caementariorum, las asociaciones de operarios creadas diez siglos antes para reconstruir lo que los conquistadores ejércitos romanos arrasaban u que trataremos más extensamente en el capítulo referente a las guildas medievales.
EL CRISTIANISMO
A principios del siglo IV de nuestra era, el cristianismo se impone en el Imperio.11 El Constructor que primero realizó su obra por necesidad, que luego se convirtió en un artesano, comienza ahora a ver en el arte un medio de expresar en forma simbólica su fe.
11 Precedido por el llamado período del arte "paleocristiano", casi totalmente limitado a la península italiana. Se inspira en el arte romano, agregando elementos simbólicos propios.
La arquitectura cristiana primitiva se dedicó a la construcción de grandes viviendas privadas en las que pudieran esconderse para rezar todos los fieles. Pero a partir del Edicto de Milán sus objetivos fueron más ambiciosos y se reflejaron en la basílica que se desarrollaba en tres o cinco naves longitudinales, -la central más ancha, alta con claraboyas y techo a dos aguas,- separadas por filas de columnas. Al fondo de la nave estaba el altar que se rodeaba de un ábside o capilla desde el que el sacerdote oficiaba.
BIZANCIO
Desde el siglo IV al XV se desarrollará en el Imperio de Oriente un arte de características singulares, que tendrá una influencia muy grande en toda la Europa oriental.
En la arquitectura bizantina el uso de ladrillos y cerámica permitió multiplicar los arcos heredados de la construcción Romana, pero ahora sometidos a la influencia del racionalismo griego y del Islam. La principal característica fue el empleo de la cúpula en el centro de las magníficas iglesias construidas según una planta en forma de cruz griega. En el centro, donde los brazos se cruzaban, se apoyaba una gran cúpula. La novedad fue que esta cúpula cubría un espacio cuya base era de forma cuadrada, apoyándose en triángulos curvos invertidos ("pechinas") que se apoyaban en las esquinas. Sus bases formaban un anillo sobre el que a su vez se apoyaba la cúpula.
En las paredes se utilizaron técnicas en las que se combinan el ladrillo, la piedra y el mortero para levantar paredes discretas en su vista exterior. Pero al darse mayor importancia al interior de las construcciones los artistas se dedicaron a crear mosaicos de una belleza incomparable y muestras escultóricas impresionantes.
En la Iglesia de Santa Sofía en el Estambul de hoy se pueden ver las cúpulas secundarias y los minaretes agregados por los musulmanes cuando conquistaron los restos del Imperio Romano.
19
QUATUOR CORONATI
La leyenda de los Cuatro Mártires Coronados (que fueron Nueve)
El nombre de Quatuor Coronati es famoso en los medios masónicos por llevar ese nombre la primera y más importante Logia de Investigación del mundo, la No. 2076 de Inglaterra, fundada en 1886 y cuyo primer Venerable fue Sir Charles Warren. En sus "Transactions" publicadas bajo el título de "Ars Quatuor Coronatorum" figuran importantes trabajos y las consiguientes discusiones a que estos dieron lugar, contribuyendo de manera decisiva al conocimiento histórico y doctrinario de la Orden.
Sin embargo, no es muy conocido el origen del nombre que adoptó esta Logia, sumido en la historia del primitivo arte de la construcción en Europa. He aquí pues la leyenda de los "Cuatro" Mártires Coronados.1
1 "Ars Quatuor Coronatorum", Vol. XXXI, art. de Gordon Hills.
LOS CINCO
Claudio, Nicóstrato, Sinforiano, Castorio y el ayudante de este último Simplicio eran cristianos secretos y destacados operarios en las canteras de piedra de Diocleciano, en Panonia, región del Danubio medio. La leyenda agrega el romántico detalle de que su excelente trabajo se explicaba por que era hecho en honor a Dios.
Recordemos que Diocleciano fue emperador romano desde el 284 al 305 d.C. y que reorganizó el Imperio de acuerdo a un sistema jerárquico, la Tetrarquía. Su yerno y luego Emperador Valerio Maximiliano Galerio lo instó a desatar una dura persecución contra los cristianos.
Diocleciano ordenó a estos expertos que tallasen una estatua en honor a Esculapio (Dios pagano de la medicina, hijo de Apolo). Firmes en su fe, ellos se negaron perdiendo el favor del emperador. Fueron condenados a una horrible muerte: se los encerró vivos en ataúdes de plomo, lanzándolos al río el 8 de noviembre del 287 D.C. (?). Un correligionario escondió los restos en su propia casa.
LOS CUATRO
Cuando Diocleciano regresó a Roma edificó un templo para el culto de Esculapio, ordenando que los soldados romanos y especialmente los Milicianos de Roma le rindieran culto y quemaran incienso ante su imagen. Cuatro soldados cristianos que se negaron fueron azotados hasta morir y sus cuerpos arrojados a los perros. Los cadáveres de Severus, Severianus, Corpophorus y Victorinus, -nombres con los que se les conoció posteriormente,- fueron sin embargo rescatados y enterrados junto a otros Santos.
LOS NUEVE
Continúa la leyenda contando que pasaron doce años y el Obispo edificó en memoria de los nueve una Iglesia con el nombre de Cuatro Mártires Coronados.2 Como lo dice el título, los Cuatro Mártires fueron en realidad nueve!
2 "Freemason Guide and Compendium", Bernard E. Jones, Pág. 341.
VENERACIÓN
Los relatos dicen que "reliquias" de los Santos fueron depositadas en la Iglesia: sierra, martillo, mazo, compás y escuadra (los gremios de carpinteros también tenían a estos Santos por Patronos: recordemos que gran parte de los edificios de la época se construían con madera). Estas mismas herramientas junto a una corona y a la imagen de un perro o un lobo (que rehusaron comer los cuerpos y los defendieron de otros carniceros) forman la insignia de los Santos. La Iglesia Católica dedicó el 8 de noviembre para homenajearlos y los santificó. San Jerónimo (Sofronio Aurelio Jerónimo, autor de la versión latina "Vulgata" de la Biblia, 347-420) ya se refiere a ellos.
MASONERÍA
En siglos posteriores (VI) se organizan los Collegia Fabrorum: los integrantes de los Collegia Cæmentariorum ocupaban la retaguardia de los ejércitos romanos que destruían a su paso todo lo existente en sus acciones de conquista por Europa, Asia y el norte de África. La misión de los "collegiati" era la de reconstruir. Dentro de esos Collegii, se veneró la memoria de los Santos y sus herramientas se convirtieron en sus emblemas. Al simple efecto informativo y si quisiéramos aceptar una línea de continuidad, -muchas veces argumentada pero totalmente infundada,- entre hechos históricos cuyo origen, causa y estructura son totalmente distintos, cabría mencionar que los Maestros "Comacinos" (arquitectos aislados en el Lago de Como en la época en que se disgrega el Imperio, legendarios precursores de los masones medievales), el franco (francos: tribus de Germania, hoy Alemania) Carlomagno (742-814), (Emperador de Occidente), el Reino Germánico (843) y el Sacro Imperio Romano (962), fueron los puentes por lo que pasó la leyenda para llegar a los "freemasons" ingleses (s. XII, "guildas", que para complacer a la Iglesia se colocaban bajo la amparo de un rey o un santo) y a los "steimettzen" (canteros alemanes) del medioevo (s. XII, quienes bajo la maestría de Erwin de Steinbach construyeron la Catedral de Estrasburgo), que adoptaron a los Quatuor Coronati como patrones santos del Gremio Operativo.
DOCUMENTOS
El "Manuscrito Regio" es el más antiguo documento normativo masónico conocido hasta ahora, data de 1390 y fue encontrado por James O. Halliwell, de quien toma su nombre, en 1839. Es un poema de 794 versos conteniendo ricas lecciones éticas y armonizadas enseñanzas de tolerancia y fraternidad, tendiendo un puente entre la masonería operativa, a la que se refiere, y la especulativa que practicamos. Su título es "HIC INCIPIUNT CONSTITUTIONES ARTIS GEOMETRAE SECUNDUM EUCLIDEM". En su conclusión dice: "Roguemos ahora al Dios Todopoderoso y a su madre la dulce Virgen María, que nos ayuden a observar estos artículos y estos puntos en todas sus partes, como lo hicieron otras veces los Cuatro Coronados, santos mártires, que son la gloria de la comunidad. Buenos masones, elegidos, también ellos fueron escultores y tallistas de piedra. Eran obreros dotados de todas las virtudes. El emperador los llamó cerca de sí, y les mandó que labrasen la imagen de un falso dios y que la adorasen como si fuera el Dios supremo ..." Tras relatar la leyenda, dice: "Su fiesta se festeja ocho días después de la de Todos los Santos ...".
Los "Estatutos de los Canteros Alemanes", constituciones de los Stenmetzen, "jurados en la Asamblea de Ratisbona (Regesburg, Alemania) en 1459 y aprobados por el Emperador Maximiliano I, comienza con la siguiente invocación: "En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y de nuestra Madre la graciosa María, y de sus santos servidores, los Cuatro Mártires Coronados de perdurable memoria".
La constancia de la Leyenda en estos dos documentos constituye una convincente prueba del origen común de la masonería operativa en Inglaterra y el continente.
20
EL MANUSCRITO REGIUS O HALLIWELL
Origen: C. 1390
Titular del hallazgo en 1840: James O. Halliwell.
Constancias de su ubicación física: 1670 inventario de la colección de John Theyer, 678 inventario de la colección de Robert Scott, 1757 lista de libros en la Biblioteca Real de Inglaterra (justificación de su nombre) y documento de cesión al Museo Británico.
Contenido: 794 versos en Old English.
Clasificación del texto: Euclides y la masonería en Egipto
- Fundación de la Masonería en Egipto por Euclides.
- El rey sajón Adelstonus (925-939) establece la masonería en Inglaterra.
- Obligaciones: quince artículos y otros quince puntos.
- Leyenda de los Quatuor Coronati.
- Relato de la Torre de Babel.
- Siete artes liberales.
- Misa y presencia en la iglesia.
- Buenas maneras.
EL ARTE DE LA GEOMETRÍA SEGÚN EUCLIDES
Quienquiera que bien desee leer y buscar,
Podrá hallar escrito en un viejo libro
De grandes señores y damas la historia,
Que, ciertamente, muchos hijos tenían;
Pero no poseían tierras para vivir de ellas,
Ni en la ciudad, ni en los campos o los bosques;
Un consejo les dieron a todos ellos:
Para decidir en bien de estos niños,
Acerca de cómo podrían ganarse la vida
Sin grandes penurias, cuitas ni luchas;
Y también para la multitud que llegará,
Algunos de ellos fueron enviados
A buscar grandes clérigos,
Para que les enseñaran buenos oficios;
Y nos les rogamos, por el amor de nuestro Señor,
Para que nuestros hijos encontraran trabajo,
Y pudieran así ganarse la vida,
De forma honesta y muy segura.
Ya en aquellos tiempos, por la buena geometría,
Este honesto oficio que es la masonería
Fue ordenado y creado de tal manera,
Concebido por todos estos clérigos;
Gracias a sus oraciones ellos inventaron
La geometría.
Y le dieron el nombre de masonería
Al más honrado de todos los oficios.
Los hijos de estos señores se aplicaron
En el aprendizaje del oficio de la geometría,
Lo cual hicieron muy cuidadosamente;
La oración de los padres, y también de las madres,
Les puso en este honrado oficio,
Y aquel que mejor lo aprendía, y era honesto,
Y superaba en atención a sus compañeros,
Si en este oficio les aventajaba,
Debía ser más honrado que el último.
Este gran clérigo se llamaba Euclides,
Su nombre era conocido en todo el mundo.
Pero este gran clérigo ordenó
A quien más elevado estaba en este grado,
Que debía enseñar a los más simples de espíritu
Para ser perfecto en este honrado oficio;
Y así debían instruirse el uno al otro,
Y amarse juntos como hermano y hermana.
También ordenó que
Maestro debía ser llamado;
A fin de que fuera más honrado,
Debía ser así entonces tratado;
Pero jamás masones deben llamar a otro,
En el seno del oficio entre ellos,
Ni sujeto, ni servidor, mi querido hermano;
Cada uno llamará a los demás compañeros con amistad,
Pues de nobles damas han nacido.
De esta forma, por la buena ciencia de la geometría,
Comenzó el oficio de la masonería;
Así fundó el clérigo Euclides,
Este oficio de geometría en tierras de Egipto.
En Egipto a todos lo enseñó,
Y en distintos países de todas partes,
Durante muchos años, según he oído,
Antes de que el oficio llegara a este país.
Este oficio llegó a Inglaterra, como os he dicho,
En los días del buen rey Adelstonus;
Hizo entonces construir muchas casas en el bosque,
Y altos templos de gran renombre,
Para gozar de ellos día y noche.
Este buen señor amaba mucho el oficio,
Y quiso mejorar todas sus partes,
Por las muchas faltas que en él encontró.
Envió a través del país
Decir a todos los masones del oficio,
Venir a él sin tardanza,
Para enmendar juntos tales defectos
Con buenos consejos, si fuera posible.
Un buen grupo reunió entonces
De diversos señores, en su rango,
Duques, condes y también barones,
Caballeros, escuderos y muchos otros,
Y los grandes burgueses de la ciudad,
Cada uno en su propio rango;
Allí estaban todos juntos,
Para fundar el estatuto de los masones.
Con todo su espíritu buscaban
Cómo podrían ser gobernados;
Quince artículos quisieron producir,
Y otros quince puntos fueron creados.
ARTÍCULO PRIMERO
El primer artículo de esta geometría:
El maestro masón debe ser digno de confianza
A la vez constante, leal y sincero,
Y jamás tendrá nada que lamentar;
Y pagará a sus compañeros según el coste
De las vituallas, que tú bien conoces;
Y págales justamente, y de buena fe,
Lo que puedan merecer;
Y evita, por amor o por temor,
Que ninguna de las partes acepte ventajas,
Ni del señor ni del compañero, sea cual sea,
De ellos no aceptes ningún tipo de prebendas;
Y como un juez mantente íntegro,
Y entonces a ambos harás buen derecho;
Y en verdad haz esto allá donde te encuentres,
Tu honor, tu provecho, será el mejor.
ARTÍCULO SEGUNDO
El segundo artículo de buena masonería,
Como vos debéis entender especialmente,
Que todo maestro, que sea masón,
Debe asistir a la asamblea general,
Para lo cual le será comunicado
El lugar en que se celebrará.
Y a esta asamblea debe acudir,
Salvo si hay una excusa razonable,
O sea desobediente al oficio,
O se abandone a la mentira,
O esté tan gravemente enfermo
Que no pueda venir a ella;
Ésta es una excusa buena y válida,
Para esta asamblea, si es sincera.
ARTÍCULO TERCERO
En verdad, el tercer artículo es
Que el maestro no tome aprendiz,
Salvo si puede asegurarle alojamiento
Con él por siete años, como os digo,
Para aprender su oficio, y que le sea de provecho;
En menos tiempo no será apto
Ni provechoso para su señor, ni para él,
Como podéis comprender por buena razón.
ARTÍCULO CUARTO
El cuarto artículo éste debe ser,
Que el maestro debe vigilar,
En no tomar a un siervo como aprendiz,
Ni embaucarle por su propio bien;
Pues el señor al que está ligado
Bien puede buscar aprendiz donde quiera.
Si en la logia fuera enseñado
Mucho desorden podría causar,
Y en tal caso podría ocurrir
Que algunos se entristecieran, o todos.
Pues todos los masones que serán
Todos unidos estarán.
Si un siervo en el oficio permaneciese,
De diversos desórdenes os podría hablar:
Para tener paz, y honestidad,
Tomad un aprendiz de mejor condición.
En un antiguo escrito encuentro
Que el aprendiz debe ser de noble nacimiento;
Y así, muchas veces, hijos de grandes señores
Han adoptado esta geometría, que es muy buena.
ARTÍCULO QUINTO
El quinto artículo es muy bueno,
Que el aprendiz sea de legítimo nacimiento;
El maestro no debe, bajo ningún pretexto,
Tomar un aprendiz que sea deforme;
Ello significa, como veréis,
Que todos sus miembros estén enteros;
Para el oficio sería gran vergüenza,
Formar a un hombre estropeado, o a un cojo,
Pues un hombre imperfecto de nacimiento
Sería poco útil al oficio.
Cada uno puede comprenderlo,
El oficio quiere hombres potentes,
Y un hombre mutilado no tiene fuerza,
Como sabéis desde hace tiempo.
ARTÍCULO SEXTO
Al sexto artículo no debéis faltar,
Que el maestro no perjudique a su señor,
Tomando del señor para el aprendiz,
Tanto como reciben sus compañeros, en todo,
Pues en este oficio se han perfeccionado,
Pero aún no el aprendiz, como comprenderéis,
Así que sería contrario a la buena razón
Dar igual salario a él y a los compañeros.
Este mismo artículo, en tal caso,
Ordena que el aprendiz gane menos
Que sus compañeros, que son perfectos.
En diversos puntos, sabed en cambio,
Que el maestro puede instruir a su aprendiz,
Para que su salario crezca rápidamente,
Y antes de que haya terminado su aprendizaje
Su salario habrá en mucho mejorado.
ARTÍCULO SÉPTIMO
El séptimo artículo, que ya está aquí,
Os dirá a todos vosotros,
Que ningún maestro, ni por favor ni por miedo,
Debe vestir o alimentar a ningún ladrón.
Jamás albergará a ninguno de ellos,
Ni a quien haya matado a un hombre,
Ni a quien tenga mala reputación,
Pues traerá vergüenza al oficio.
ARTÍCULO OCTAVO
El octavo artículo nos muestra
Lo que el maestro tiene derecho a hacer.
Si emplea a un hombre del oficio,
Y no es tan perfecto como debiera,
Puede sin tardanza reemplazarlo,
Y tomar en su lugar a un hombre más perfecto.
Por imprudencia, un hombre así
Podría deshonrar el oficio.
ARTÍCULO NOVENO
Muy bien muestra el noveno artículo
Que el maestro debe ser fuerte y sabio;
Que no emprenda ninguna obra
Que no pueda acabar y realizar;
Y que sea provechoso a sus señores,
Así como a su oficio, allí donde vaya.
Y que las obras estén bien construidas,
Para que ni fisuras ni brechas haya.
ARTÍCULO DÉCIMO
El décimo artículo sirve para hacer saber,
A todos los del oficio, grandes o modestos,
Que ningún maestro debe a otro suplantar,
Sino estar juntos como hermana y hermano.
En este oficio singular, todos, unos y otros,
Trabajan para un maestro masón.
No debe él suplantar a ningún hombre
Que encargado esté de un trabajo.
El castigo por ello es muy duro,
No vale menos de diez libras,
A menos que sea hallado culpable
Aquel que primero tenía el trabajo.
Pues ningún hombre en masonería
Debe suplantar a otro impunemente,
Salvo si de tal manera ha construido
Que la obra se reduce a nada;
Puede entonces un masón pedir este trabajo,
Para no perjudicar al señor;
En tal caso, si ocurriera,
Ningún masón se opondría.
En verdad, quien ha comenzado las obras,
Si es un masón hábil y sólido,
Tiene la seguridad en su espíritu
De llevar la obra a buen fin.
ARTÍCULO UNDÉCIMO
El undécimo artículo, te lo digo yo,
Es a la vez justo y libre;
Pues enseña, con firmeza,
Que ningún masón debe trabajar de noche,
A menos de dedicarse al estudio,
Por el cual podrá mejorar.
ARTÍCULO DUODÉCIMO
El duodécimo artículo es de gran honradez
Pues todo masón, allá donde se encuentre,
No debe despreciar el trabajo de sus compañeros
Si quiere mantener su honor;
Con honestas palabras lo aprobará,
Gracias al espíritu que Dios le ha dado;
Pero mejorándolo con todo tu poder,
Sin ninguna duda entre los dos.
ARTÍCULO TRECEAVO
El treceavo artículo, que Dios me ayude,
Es que si el maestro tiene un aprendiz,
Le enseñará de manera completa,
Para que muchas cosas pueda aprender
Y así mejor conozca el oficio,
Allí donde vaya bajo el sol.
ARTÍCULO CATORCEAVO
El catorceavo artículo, con buenas razones,
Muestra al maestro cómo actuar;
No debe tomar aprendiz
A menos de tener diversas tareas por cumplir,
Para que pueda, mientras duren,
Aprender mucho de él.
ARTÍCULO QUINCEAVO
El quinceavo artículo es el último;
Pues para el maestro es un amigo;
Le enseña que hacia ningún hombre
Debe adoptar un falso comportamiento,
Ni seguir a sus compañeros en el error,
Por muchos bienes que puedan conseguir;
Ni permitir que hagan falsos juramentos,
Por cuidado de sus almas,
So pena de atraer la vergüenza al oficio,
Y sobre sí mismo una severa culpa.
DIVERSOS ESTATUTOS
En esta asamblea otros puntos fueron adoptados,
Por grandes señores, y también maestros,
Que el que quiera conocer este oficio y abrazarlo,
Debe amar a Dios y a la santa Iglesia siempre,
Y a su maestro también, por lo que es,
Allá donde vaya, por campos y bosques,
Y ama también a tus compañeros,
Pues es lo que tu oficio quiere que hagas.
PUNTO SEGUNDO
El segundo punto os voy a decir,
Que el masón trabaje el día laborable
Tan concienzudamente como pueda,
A fin de merecer su salario el día de descanso,
Pues quien verdaderamente ha hecho su trabajo
Merece tener su recompensa.
PUNTO TERCERO
El tercer punto debe ser severo
Con el aprendiz, sabedlo bien,
El consejo de su maestro debe guardar y ocultar,
Y el de sus compañeros, de buen talante;
De los secretos de la cámara a nadie hablará,
Ni de la logia, se haga lo que se haga;
Aunque creas que debes hacerlo,
A nadie digas dónde vas;
Las palabras de la sala, y también las del bosque,
Guárdalas bien, por tu honor,
De lo contrario sobre ti el castigo caerá,
Y al oficio grande vergüenza traerás.
PUNTO CUARTO
El cuarto punto nos enseña,
Que ningún hombre a su oficio será infiel;
Error alguno le entretendrá
Contra el oficio, pues a él renunciará,
Y ningún perjuicio causará
A su maestro, ni a su compañero;
Y aunque el aprendiz sea tratado con respeto,
Siempre está sometido a la misma ley.
PUNTO QUINTO
El quinto punto es, sin duda,
Que cuando el masón cobre su paga
Del maestro, que él atribuya,
Humildemente aceptada debe ser;
Sin embargo justo es que el maestro,
Antes del mediodía, le advierta formalmente
Si no tiene intención de emplearle,
Como antaño se acostumbraba hacer;
Contra esta orden no puede rebelarse,
Si reflexiona bien, es en su interés.
PUNTO SEXTO
El sexto punto debe ser bien conocido,
De todos, grandes y modestos,
Pues un tal caso puede ocurrir;
Que entre algunos masones, si no todos,
Por envidia u odio mortal,
Estalle una gran pelea.
Entonces debe el masón, si puede,
Convocar a ambas partes un día fijado;
Pero este día no harán las paces,
Antes de finalizar la jornada de trabajo,
Un día de permiso debéis encontrar
Para dar oportunidad a la reconciliación,
Por temor a que siendo un día laborable
La disputa les impida trabajar;
Haced de manera que acabe la riña,
Para que permanezcan en la ley de Dios.
PUNTO SÉPTIMO
El séptimo punto bien podría decir,
Como tan larga es la vida que el Señor nos da,
Y así claramente se reconoce,
Que no yacerás con la mujer de tu maestro,
Ni de tu compañero, de ninguna manera,
Bajo pena de incurrir en el desprecio del oficio;
Ni con la concubina de tu compañero,
Así como no querrías que lo hiciera con la tuya.
El castigo por ello, sábelo bien,
Es permanecer de aprendiz por siete años completos,
Quien falte a una de estas prescripciones
Debe ser pues castigado;
Pues gran preocupación podrá nacer
De tan odioso pecado mortal.
PUNTO OCTAVO
El octavo punto es, seguro,
Que aunque algún cargo hayas recibido,
A tu maestro queda fielmente sometido,
Pues jamás lamentarás este punto;
Un fiel mediador debes ser
Entre tu maestro y tus compañeros libres;
Haz lealmente cuanto puedas
Hacia ambas partes, y ésta es buena justicia.
PUNTO NOVENO
El noveno punto se dirige a aquel
Que es el intendente de nuestra sala;
Si os encontráis juntos en la cámara
Servios uno al otro con calmada alegría;
Gentiles compañeros, debéis saberlo,
Cada uno ha de ser intendente por turnos,
Semana tras semana, sin ninguna duda,
Todos a su vez intendentes deben ser,
Para servirse unos a otros, amablemente,
Como si fueran hermano y hermana;
Nadie se permitirá los gastos de otro,
Ni se librará de ellos en su beneficio,
Pues cada hombre tendrá la misma libertad
En este cargo, como debe ser;
Mira de pagar siempre a todo hombre
A quien hayas comprado las vituallas,
A fin de que no te haga ninguna reclamación,
Ni a tus compañeros, en cualquier grado;
A todo hombre o mujer, sea quien sea,
Paga bien y honestamente, así lo queremos;
A tus compañeros darás cuenta exacta
Del buen pago que has hecho,
Por temor a meterles en un aprieto,
Y de exponerles a la vergüenza.
Siempre cuentas debes dar
De todos los bienes adquiridos,
De los gastos que hagas en bien de tus compañeros,
Del lugar, las circunstancias y el uso;
Estas cuentas debes dar
Cuando te lo pidan tus compañeros.
PUNTO DÉCIMO
El décimo punto muestra la buena vida,
Cómo vivir sin preocupaciones ni peleas;
Si el masón lleva una mala vida,
Y en su trabajo no es honrado,
Y busca malas excusas,
Injustamente podrán a sus compañeros difamar,
Y por tales infames calumnias
Atraer la vergüenza sobre el oficio.
Si así a éste deshonra,
No le debéis favor alguno,
Ni mantenerle en su mala vida,
Por miedo a caer en fracaso y conflicto;
Pero no le deis plazo alguno
Hasta no haberle citado
A comparecer dónde bien os parezca;
En el lugar acordado, de grado o por fuerza,
A la próxima asamblea le convocaréis,
Para comparecer ante sus compañeros;
Y si rechaza allí acudir,
Se le hará renunciar al oficio;
Castigado será según la ley
Que fue establecida en los tiempos antiguos.
PUNTO UNDECIMO
El onceavo punto es de buena discreción,
Como podréis comprender por buena razón;
Un masón que conoce bien su oficio,
Que a su compañero ve tallar una piedra,
Y que a punto está de romperla,
Ha de cogerla tan pronto pueda,
Y mostrarle cómo corregirla;
Para que la obra del señor no se estropee,
Muéstrale dulcemente cómo corregirla,
Con buenas palabras, que Dios te guarde;
Por el amor de quien mora en lo alto,
Con dulces palabras nutre su amistad.
PUNTO DUODECIMO
El doceavo punto es de gran autoridad,
Allí donde la asamblea se celebrará,
Habrá maestros, y compañeros también,
Y otros muchos grandes señores;
Estará el juez de la comarca,
Y también el alcalde de la villa,
Y habrá caballeros y escuderos,
Y además magistrados, como veréis;
Todas las ordenanzas que allí se adopten
Se han acordado para ser respetadas;
Contra cualquier hombre, sea quien sea,
Que pertenezca al oficio bello y libre,
Si alguna querella hace contra ellas,
Detenido será y puesto a vigilar.
PUNTO TRECEAVO
El treceavo punto requiere de toda nuestra voluntad,
Él jurará no robar jamás,
Ni ayudar a quien trabaje en este mal oficio,
Por ninguna parte de su botín,
Saberlo debes, o pecarás,
Ni por su bien, ni por el de su familia.
PUNTO CATORCEAVO
El catorceavo punto es ley excelente
Para aquel que bajo su temor esté;
Un buen y verdadero juramento debe prestar,
A su maestro y compañeros que aquí están;
También fiel debe ser, y constante,
A todas las ordenanzas, vaya donde vaya,
Y a su señor leal al rey,
Por encima de todo ha de ser fiel.
Sobre todos estos puntos
Debes tú prestar juramento;
Y el mismo prestarán todos
Los masones, por las buenas o por las malas,
Sobre todos estos puntos,
Así lo establece una excelente tradición.
Y de cada hombre averiguaran
Si los pone bien en práctica,
O si alguien es reconocido culpable
Sobre uno de estos puntos en particular;
Que se le busque, sea quien sea,
Y que sea llevado ante la asamblea.
PUNTO QUINCEAVO
El quinceavo punto es excelente tradición,
Para aquellos que han prestado juramento
A esta ordenanza, llevada a la asamblea
De grandes señores y maestros, como se ha dicho;
Para los desobedientes, yo lo sé,
A la presente constitución,
Y a los artículos que han sido promulgados,
Por grandes señores y masones juntos,
Y siendo sus faltas probadas
Ante esta asamblea, con celeridad,
Y si no quieren corregirse,
Deberán entonces abandonar el oficio,
Y jurar jamás volver a ejercerlo.
Salvo si aceptan enmendarse,
Jamás tomarán parte en él;
Y si se negaran a ello,
El juez sin tardanza los detendrá,
Y en un calabozo profundo los encerrará,
A causa de su trasgresión,
Y confiscará sus bienes y su ganado
En provecho del rey, en su totalidad,
Y tanto tiempo allí les dejará
Como plazca a nuestro amado rey.
EL ARTE DE LOS CUATRO SANTOS CORONADOS
Oremos ahora al Dios Omnipotente,
Y a su radiante madre María,
A fin de que podamos seguir estos artículos
Y los puntos, todos juntos,
Como hicieron los cuatro santos mártires,
Que en este oficio tuvieron gran estima;
Fueron ellos tan buenos masones
Como pueda hallarse sobre la tierra,
Escultores e imagineros también eran,
Por ser de los obreros mejores,
Y en gran estima el emperador los tenía;
Deseó éste que hicieran una estatua
Que en su honor se venerara;
Tales monumentos en su tiempo poseía
Para desviar al pueblo de la ley de Cristo.
Pero ellos firmes permanecieron en la ley de Cristo,
Y sin compromisos en su oficio;
Amaban bien a Dios y a su enseñanza,
Y se habían volcado a su servicio para siempre.
En aquel tiempo fueron hombres de verdad,
Y rectamente vivieron en la ley de Dios;
Ídolos se negaron a erigir,
Y por muchos beneficios que pudieran reunir;
No tomaron a este ídolo por su Dios
Y rechazaron su construcción, pese a su cólera;
Por no renegar de su verdadera fe
Y creer en su falsa ley,
Sin demora el emperador los hizo detener,
Y en una profunda cárcel los encerró;
Más cruelmente les castigaba,
Más en la gracia de Dios se regocijaban.
Viendo entonces que nada podía
Les dejó ir a la muerte;
Quien lo desee, en el libro puede leer
De la leyenda de los santos,
Los nombres de los cuatro coronados.
Su fiesta es bien conocida por todos,
El octavo día tras Todos los Santos.
LA TORRE DE BABEL
Escuchad lo que he leído,
Que muchos años después, con gran espanto,
El diluvio de Noé fue desencadenado,
La torre de Babilonia comenzó a erigirse,
La más grande obra de cal y piedra
Que jamás hombre alguno haya visto;
Tan alta y grande fue pensada
Que siete mil su altura sombra arrojaba;
El rey Nabucodonosor la hizo construir
Tan potente para la defensa de sus hombres,
Que si un tal diluvio ocurriera
La obra sumergir no pudiera;
Pero tan fiero orgullo tenían, y tanta jactancia,
Que todo el trabajo se perdió;
Un ángel les castigó sus lenguas dividiendo,
Y así nunca más uno al otro se comprendieron.
LAS SIETE ARTES LIBERALES
Muchos años más tarde, el buen clérigo Euclides
El oficio de geometría enseñó por el mundo,
Y en este tiempo hizo también
Diversos oficios en gran número.
Por la alta gracia del Cristo en el cielo
Las siete ciencias fundó;
Gramática es la primera, lo sé,
Dialéctica la segunda, me congratulo,
Retórica la tercera, que no se niegue,
Música la cuarta, os lo digo,
Astronomía es la quinta, por mis barbas,
Aritmética la sexta, sin duda alguna,
Geometría la séptima, y cierra la lista,
Pues es muy humilde y cortés.
En verdad, la Gramática es la raíz,
Todos la aprenden en el libro;
Pero el arte supera este nivel,
Como del árbol el fruto es mejor que la raíz;
La Retórica mide un lenguaje esmerado,
Y la Música es un suave canto;
La Astronomía da el nombre, querido hermano,
La Aritmética demuestra que una cosa es igual a otra,
La Geometría es la ciencia séptima,
Y distingue la verdad de la mentira, lo sé;
Quien de estas siete ciencias se sirva,
Bien puede ganar el cielo.
LA PRESENCIA EN LA IGLESIA
Ahora, mis queridos hijos, tened buen espíritu
Para apartar el orgullo y la codicia,
Y aplicaos a bien juzgar,
Y a bien conducíos, allá donde estéis.
Os pido ahora mucha atención,
Pues esto debéis saber,
Pero mucho mejor aún
Que como aquí está escrito.
Si para ello te falta inteligencia,
Pide a Dios que te la conceda;
Pues el mismo Cristo nos enseña
Que la santa iglesia es la casa de Dios,
Y no para otra cosa está hecha
Sino para orar, como la Escritura nos dice;
Es allí donde el pueblo debe congregarse
Para orar y llorar sus pecados.
Trata de no llegar tarde a la iglesia,
Por haber tenido en la puerta palabras libertinas;
Cuando a ella estés en camino
Ten en la mente en todo instante
Venerar a tu señor Dios día y noche,
Con todo tu espíritu, y toda tu fuerza.
Al llegar a la puerta de la iglesia
Tomarás un poco de agua bendita,
Pues cada gota que toques
Limpiará un pecado venial, sábelo cierto.
Pero antes debes descubrir tu cabeza,
Por el amor de aquel que murió en la cruz.
Cuando entres en la iglesia,
Eleva hacia Cristo tu corazón;
Alza entonces los ojos a la cruz,
Y arrodíllate sobre las dos rodillas;
Ora entonces para que Él te ayude a obrar
Según la ley de la santa iglesia,
Y a guardar los diez mandamientos
Que Dios a todos los hombres dio.
Y ruégale con voz dulce
Que le libre de los siete pecados,
A fin de que en esta vida puedas
Mantenerte lejos de preocupaciones y querellas;
Y que te dé además la gracia
Para un lugar encontrar en la beatitud del cielo.
En la santa iglesia abandona las palabras frívolas
Del lenguaje lascivo, y las bromas obscenas,
Y deja de lado toda vanidad,
Y di tu Padre Nuestro y tu Ave;
Vigila de no hacer ruido,
Mas estate siempre en oración;
Pero si no quieres rezar,
No molestes al prójimo de ninguna manera.
En este lugar no estés ni de pie ni sentado,
Sino en el suelo bien arrodillado,
Y cuando yo lea el Evangelio,
Álzate, sin apoyarte en los muros,
Y persígnate si sabes hacerlo
Cuando se entone el gloria tibi;
Y cuando acabe la lectura,
De nuevo puedes arrodillarte,
Y caer sobre tus dos rodillas,
Por amor a quien a todos nos ha redimido;
Y cuando oigas sonar la campana
Que anuncia el santo sacramento,
Debéis arrodillaos, jóvenes y viejos,
Y elevar las manos al cielo,
Para entonces decir en esta actitud,
En voz baja y sin hacer ruido:
"Señor Jesús, sé bienvenido,
En forma de pan, como te veo,
Ahora Jesús, por tu santo nombre,
Protégeme del pecado y de la culpa;
Dame la absolución y la comunión,
Antes de que me vaya de aquí,
Y sincero me arrepiento de mis pecados,
A fin, Señor, de que jamás muera en este estado;
Y tú, que de una virgen has nacido,
No sufras porque me haya perdido;
Mas cuando de este mundo haya partido,
Otórgame la beatitud sin fin;
¡Amén! ¡Amén! ¡Así sea!
Y ahora, dulce dama, orad por mí".
He aquí lo que has de decir, o algo parecido,
Cuando te arrodilles ante el sacramento.
Si buscas tu bien, no ahorres nada
Para venerar a quien todo lo ha creado;
Pues para un hombre es un día de alegría,
Que una vez ese día pueda verle;
Es algo tan precioso, en verdad,
Que nadie puede ponerle precio,
Pues tanto bien hace esta visión.
Como dijo san Agustín muy justamente,
El día en que veas el cuerpo de Dios,
Poseerás estas cosas, con toda seguridad:
BUENAS MANERAS
Comer y beber lo suficiente,
Nada ese día te faltará;
Los juramentos y vanas palabras,
Dios también te perdonará;
La muerte sufrida ese mismo día
En absoluto la has de temer;
Y tampoco ese día, te lo prometo,
Perderás la vista;
Y cada paso que entonces des,
Para ver esta santa visión,
Será contado a tu favor,
Cuando de ello tengas necesidad;
Este mensajero que es el ángel Gabriel
Exactamente los conservará.
Tras esto, ahora puedo pasar
A hablar de otros beneficios de la misa;
Ven entonces a la iglesia, si puedes,
Y oye misa cada día;
Si no puedes acudir a la iglesia,
Allí donde estás trabajando,
Cuando oigas sonar la misa,
Ora a Dios en el silencio de tu corazón,
Para que te dé parte en este servicio
Que en la iglesia se celebra.
Quiero además enseñarte,
Y a tus compañeros, oid esto,
Cuando ante un señor te presentes,
En una casa, en el bosque o en la mesa,
La capucha o el gorro debes quitarte,
Antes de estar frente a él;
Dos o tres veces, sin duda,
Ante el señor debes inclinarte;
Doblarás también la rodilla,
Y tendrás así salvo tu honor.
No te pongas el gorro o la capucha
Hasta que te dé permiso.
Todo el tiempo que hables con él
El mentón alto con franqueza y amabilidad mantén;
Así, como el libro te enseña,
Mírale a la cara con gentileza.
Tus pies y manos ten tranquilos,
Sin rascarte, ni tropezar, sé hábil;
Evita también escupir y sonarte la nariz,
Espera a estar solo para ello,
Y si quieres ser sabio y discreto,
Gran necesidad tienes de gobernarte.
Cuando entres en la sala,
Entre personas bien nacidas, buenos y corteses,
No presumas de nada,
Ni de nacimiento, ni de tu saber,
Ni te sientes ni te apoyes,
Es el signo de una buena y apropiada educación.
No te dejes llevar en tu conducta,
En verdad la buena educación salvará la situación.
Padre y madre, sean quienes sean,
Digno es el hijo que actúa dignamente,
En la sala, en la cámara, donde te encuentres;
Las buenas maneras hacen al hombre.
Presta atención al rango de tu prójimo,
Para dirigirle la reverencia que conviene;
Evita saludar a todos a la vez,
Excepto si les conoces.
Cuando a la mesa sentado estés,
Come con gracia y decoro;
Vigila que tus manos estén limpias,
Y que tu cuchillo sea cortante y afilado,
Y no cortes más pan para la vianda
Que aquel que puedas comer;
Si así actúas junto a un hombre de rango superior,
Bien entonces harás.
Déjale que se sirva primero la comida,
Antes de tocarla tú.
No cojas el mejor trozo,
Aunque él te lo indique;
Mantén las manos limpias y decentes,
Para no tener que usar la servilleta;
No la uses para sonarte las narices,
Ni te limpies los dientes en la mesa;
Ni mojes mucho los labios en la copa,
Aunque tengas mucha sed;
Esto te haría lagrimear,
Lo cual no es demasiado cortés.
Mira de no tener la boca llena
Cuando vayas a hablar o a beber;
Si ves que alguien bebe
Escuchando tus palabras,
Interrumpe pronto tu historia,
Para que beba el vino o la cerveza.
Vigila además de no ofender a nadie,
Por achispado que esté;
Y de ninguno murmures
Si quieres salvar tu honor;
Pues lanzar tales palabras
En molesta situación te pondrían.
Retén tu mano en el puño
Para evitar decir: "si lo hubiera sabido",
En un salón entre bellas damas,
Ata tu lengua y sé todo ojos;
No rompas en carcajadas,
Ni armes jaleo como un bellaco.
No bromees si no es con tus semejantes,
Y no cuentes a todos lo que has oído;
Ni te vanaglories de tus actos,
En broma o por interés;
Con bellos discursos puedes realizar tus deseos,
Pero también los puedes echar a perder.
Cuando te encuentres a un hombre de valor,
No debes llevar gorro o capuchón;
En la iglesia, el mercado o el pórtico,
Salúdale según su rango.
Si andas con alguien de un rango
Superior al tuyo,
Ves por detrás de él,
Pues esto es de buena educación y sin falta;
Cuando él hable, estate tranquilo,
Cuando acabe, di lo que quieras,
En tus palabras sé discreto,
Y a lo que diga presta atención;
Pero no interrumpas su historia,
Aunque sea debida al vino, o a la cerveza.
Que Cristo entonces, por su gracia celestial,
Os conceda el espíritu y el tiempo,
Para comprender y leer este libro,
A fin de obtener en recompensa el cielo.
¡Amén! ¡Amén! ¡Así sea!
Digamos todos, por caridad.
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