Cosmos e Inmortalidad© - 5
José Schlosser

QUINTA PARTE

SI VIS VITAM, PARA MORTEM

Si quieres gozar de la vida, prepara la muerte


La literatura masónica hace repetidas referencias a la In:. como una muerte simbólica y un renacer del hombre a una nueva vida. El recipiendario se detiene en su devenir por el mundo, hace un balance existencial y programa su vida para que a partir de ese momento las pasiones que lo asaltan sean sofocadas por la razón. Se lo ubica en una verdadera tumba. El VITRIOL (Visita Interiora Terrae Rectificando Invenies Ocultum Lapidem: Visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra oculta.) alquímico lo cubre de una tierra que se hará fértil sólo después de la putrefacción. El aislamiento lo convence de su singularidad como individuo. Para redactar su t:. se sobrepone a sus emociones y expresa sus más dominantes deseos en momentos en los que termina su vida profana. La cal:. le recuerda lo efímero de su ciclo biológico. Todos los impactos simbólicos que lo rodean persiguen el mismo objetivo: obligarlo a analizar la idea de su muerte, contrapuesta a la del nacimiento, fin y principio de su existencia terrenal.

En este esbozo especulativo se propone a la reflexión un enfoque distinto aunque no excluyente: la influencia de la muerte del hombre sobre su prójimo, y el duelo coma factor desencadenante de una secuencia de fenómenos psíquicos. Siendo en definitiva éstos los materiales de los que el Masón dispone para la construcción de su Templo Interior, aun el análisis menos tradicional puede contribuir a reforzar la estructura.


LA MUERTE

El "Homo neandertalensis" fue eliminado hace 40.000 años de la faz de la tierra, - el primer genocidio de la historia, - por el "Homo sapiens". (Tito Ureta: "Origen de lo Vivo, del Hombre y su Evalución", Conferencia.) Este lo hizo sin cargos de conciencia, respondiendo solamente a su instinto de conservación pero abstrayéndose de la idea de su propia muerte. Era este un mecanismo mental de autodefensa: si el hombre de Cro-Magnon, - nuestro ancestro directo, - hubiera considerado a su muerte como algo real, no se hubiera enfrentado con igual valentía a los animales cuya carne le era imprescindible para alimentarse, ni a sus semejantes que competían con él por la supervivencia.


DOLOR Y TEMOR

Pero en un mal día murió un familiar querido. En ese momento nuestro hombre tomó consciencia de su mortalidad, ya que su hijo, compañera o amigo eran parte de su Yo. Y lloró para expresar su dolor. ¿Cómo se consoló? Imaginando otras vidas después de la muerte corporal.

Igualmente descubrió que su dolor no era exclusivo, sino que sus enemigos ambién podían sufrir ante la muerte de un ser querido. Conceptualmente, integra su propia muerte dentro de un sistema mítico, con el que trata de atravesar la barrera del Gran Misterio, para argumentar un final feliz. Comenzó también a temerle a la muerte. (Elaboraciones posteriores a esta actitud se traducirían en estructuras metafísicas como las que se ejemplarizan más adelante en la primera llamada en rojo de "Una terapia Masónica".) De allí su primera construcción ética representada por el tabú "no matarás". (El tabú, - dice Freud en "Totem y Tabú", - es una prohibición muy antigua impuesta desde el exterior {del individuo} y dirigida contra los deseos más intensos del hombre. Los que obedecen al "tabu" tienen una posición ambivalente, porque al ser obligados a renunciar a algo que quisieran hacer, se despierta en su subconciente un odio al "tabú".) Este "no matarás" está precedido por su actitud autodefensiva de "no te mato, no me mates". ¿Eran sinceras estas elaboraciones intelectuales? Posiblemente no: constituían solamente una versión culturizada de su lucha por mantenerse vivo, mientras que su inconciente seguía dispuesto a matar para vivir.


LA CULPA

El hombre de hoy conserva, a pesar de los miles de años transcurridos, ese estigma primitivo: filtra sus instintos de asesino pronto a matar y los transforma en deseos inconscientes de muerte dirigidos a los demás ante la más mínima amenaza a sus intereses personales ("Vete al diablo" = "Vete a la muerte"). Como consecuencia se genera en su mismo inconciente un complejo de culpa, una "enfermedad de la mala conciencia" característica de la vida moderna. (El sentimiento de culpa proviene de un acto de consciencia: "No soy bueno, merezco castigo". En nuestro caso: "Quiero la muerte de mis semejantes, soy malo, soy culpable, merezco castigo".)


UNA TERAPIA MASONICA

Quien toma el camino de perfeccionamiento masónico, comienza sin saberlo una lucha personal tendiente a romper esta secuencia maligna. Ante todo dedica sus esfuerzos a encontrar el eco adecuado a los golpes emotivos recibidos en la C:. de R:. y aceptar su mortalidad física, para asumir que cuenta sólo con el tiempo de su vida para purificarse terrenalmente.

No importa su posición frente a la muerte: el concepto de purificación terrenal es válido tanto para los creyentes en una ascención paradisíaca, para los fisiquistas que ven en el espíritu una fuerza vibratoria (cuerdas virtuales de energía que conservan su Individualidad) (ver "Cosmos e lnmortalidad" y "Querido Hermano Computador"), para los materialistas que ven en la muerte el fin del individuo, para quienes la descomposición es una reincorporación de energía al cosmos, para los creyentes en la reencarnación, y también para quienes la vida es una etapa de perfección que le permite reintegrarse a la chispa divina original.

Esta actitud fatalista lo ayuda a solidarizarse con sus congéneres también mortales y a sustituir su odio por amor, por sentimientos fraternales hacia la humanidad toda. ¿Cómo? A través de un esfuerzo de sincera introspección, buscando en sí mismo la verdad. (Recordemos la base de la ética griega, identificando lo bueno con lo verdadero. Sócrates: "Conócete a ti mismo".)
La tarea requiere en primer término la conscientización de los defectos que empañan su Yo. Luego, un condicionamiento positivo para sustituír quellos vicios del alma por virtudes. Los "tabúes" impuestos que implican un juicio moral exterior deben convertirse en una fuerza interior, de moral personal: no ser bueno por imposición, sino por convicción. Rota la conexión freudiana entre el odio y el amor mediante la exorcización racional y voluntaria del primero, el masón puede aplicarse a la conversión de ese amor en acción, haciendo el bien en una consciente y disciplinada actitud caritativa, que comenzando por sí mismo, se expanda en círculos concéntricos hasta alcanzar el objetivo de un mundo mejor para todos sus habitantes.

Equilibrado su espíritu por la proyección de sentimientos positivos, puede desarrollar toda su capacidad intelectual para dedicarse a una obsesiva pero racional búsqueda de las esencias filosóficas que el hombre persigue desde tiempos inmemoriales: de dónde, hacia dónde, por qué, para qué. Podrá así alcanzar para sí y promover para los demás, grados de perfección adecuados a cada sujeto, acordes a su desarrollo intelectual y espiritual. Es tan importante el camino como el objetivo. Su satisfacción provendrá de saber que su obra será continuada por otros Hermanos con su misma motivación. (H. Racker en "Psicoanálisis y Etica": 'Lo bueno es el descubrimiento de la verdad, su afirmación y su defensa".)

Alcanzada su armonía personal, le es posible practicar la virtud de la justicia, luchando como individuo para que se creen las condiciones adecuadas que permitan a todos los hombres sin distinción de razas, nacionalidades y religiones recibir iguales oportunidades de realización personal. Para que cada uno pueda gozar con libertad de su vida, - el bien supremo, - sintiendo que tras una existencia plena puede recibir la muerte con la tranquilidad que sólo da la consciencia de la misión cumplida.


Bibliografía básica

Conferencia de Sigmund Freud ante su Logia "Viena" de la Bnei Brith el 16 de febrero de 1915.
"Culpa y Depresión" de Lean Grinberg. Editorial Paidos, Bs. As., 1973.




SINGULARIDAD DE UNA LOGIA


La ciencia en su constante progreso nos muestra un Universo en el que su mínima expresión hasta ahora conocida es el QUARK, ya se considere a éste una partícula material o una simple necesidad especulativa para ubicar en el tiempo y en el espacio la vibración a la que se reduciría la materia.

De igual manera, la Masonería Universal adquiere su forma y su energía a través del encadenamiento de todas las Logias del mundo unidas y motivadas por el triple denominador de la solidaridad, la virtud y la verdad.

Debe sin embargo recordarse la pragmática lección que un romántico idealismo tantas veces hace olvidar: tanto la mínima expresión de la materia como cada una de las Logias contienen en su esencia originaria todas las características de su macrocosmos respectivo. En el hálito inicial, en la divina vibración germinal, ya es posible encontrar tanto al Universo entero como a la fuerza creadora y a las leyes directoras de su maravillosa eternidad.

En cada eslabón de la Cadena Masónica, en cada Logia, se concentran igualmente los Principios que justifican la existencia y permanencia de toda la Orden. En uno y otro, se destacan pues las características propias y distintivas que permitirán conformar el todo integral, en el que cada órgano cumple su función vital.

La Logia, en consecuencia, se conforma de acuerdo a las particularidades de los individuos que la integran, determinadas por su origen, sus costumbres, sus intereses intelectuales o sus actividades profesionales. Y cuanto más firmes sean esas afinidades, más templado será el eslabón y más fuerte será la cadena infinita que su trabado componga. Debe pues aceptarse la realidad de Logias distintas con vivencias particulares, respetuosas de la fortaleza mutua, fraternales en sus relaciones, coincidentes en su objetivo de tolerancia universal, independientes al elegir la forma que adopte su acción.

Cobijadas todas bajo el cielo estrellado que simboliza las más puras aspiraciones de la Humanidad, rodeando el Altar que confirma la Fe en el Todopoderoso, lograrán, únicas y unidas, completar la Gran Obra cuyo objetivo definitivo es el equilibrio universal.




ALÁBETE EL EXTRAÑO


"Alábete el extraño y no tu propia boca.
El ajeno y no los labios tuyos."

Proverbios 27/2

Sabia máxima, que en la Logia Masónica permite una convivencia armónica entre Hermanos imbuidos del mismo elevado espíritu de perfeccionamiento y colaboración. Sin embargo, una vez más se comprueba que las baldosas blancas y negras del piso del Templo, cuando se las mira desde una perspectiva adecuada se transforman en una rica mezcla, brillante y matizada, de cuya profundidad siempre puede intentarse sacar conclusiones ilustrativas. "Arrogancia" significa altanería y soberbia y el diccionario agrega "sinónimo, ver Orgullo". "Orgullo" a su vez se define como la opinión demasiado buena que tiene uno de sí mismo. (Sinónimos: altivez, arrogancia, fatuidad, ostentación, presunción, soberbia, suficiencia, ufanía, vanidad).

Pero también Orgullo es un "sentimiento elevado de la dignidad personal". Y mientras que la primera acepción, - también sinónimo de "Vanidad", - puede constituir un vicio en el hombre equilibrado que la masonería quiere formar, el segundo significado representa una real virtud, una de las tantas cuya sublimación persiguen los masones. Porque ¿qué sería del hombre despojado del deseo de mejorarse a sí mismo, lo que le permite respetarse y encontrar en ello el aliciente para seguir puliendo su piedra bruta?

"Humildad" se define como "la virtud que resulta del sentimiento de nuestra bajeza; sumisión, rendimiento". O cuando del "Humilde" se dice que es "quien se rebaja voluntariamente; mediocre, poco elevado, de poca apariencia, brillantez o importancia". Pero "Modestia" es sólo la virtud que nos impide hablar o pensar orgullosamente de nosotros, lo que coincide con el titulo de estas ecuaciones lexicográficas.

"Dignidad" por su parte es el respeto de sí mismo. ¿Cómo el H:., - digno pero no altivo y modesto pero no humilde, - puede saber que su trabajo con el mazo y el cincel están logrando una forma adecuada, que está aportando el material requerido para que sus HH:. enriquezcan su intelecto, su espíritu o el ámbito de su convivencia, que está haciendo un aporte positivo a la sociedad, que en lo individual su personalidad mejora y que su pensamiento logra acercarlo a una mejor comprensión del Cosmos?

El Proverbio del encabezamiento tiene una ambivalencia imprescindible: el H:. que cumple con él, debe recibir como retribución, - cuando lo merece, - el reconocimiento de sus méntos por parte de sus pares en el Taller. Debe pagársele el salario representado por el comentario medido, - que no sea una vana alabanza, - y la crítica constructiva. Debe escuchar la respuesta catalizadora, - y no el silencio inmovilizante, - que renueve su voluntad de continuar con sus esfuerzos, al sentir la satisfacción de saber que los mismos están contribuyendo al mejoramiento del grupo y por ende, de sí mismo.




ACTITUD POSITIVA


"Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela."

Salmo 34:13/14

Si la bondad se definiera como una calidad del hombre, podría caerse en el error de considerarla esencial, innata, y pensar que los habitantes del mundo se dividen originariamente en hijos de la luz y de las tinieblas. Serían vanas así las esperanzas en un futuro mejor para las próximas generaciones.

En cambio, al considerar a la bondad como una actitud que refleja la voluntad de hacer el bien, se la puede integrar dentro del sistema ético que propende la masonería: el individuo es un microcosmos dotado de libertad y de responsabilidad para determinar la conducta de su propia vida.

"El hombre es la medida de todas las cosas", dijo Protágoras. El egocentrismo masónico no se rige por los dictados de una doctrina teológica, sino que se basa en la capacidad del masón para discernir entre el bien y el mal, y en su libre albedrío para decidir lo que debe hacer y para evitar lo moralmente malo, para luchar por lo que es justo y para rechazar las injusticias. La misión que él se impone desde el momento de su iniciación es la de alcanzar nuevos y más amplios grados de perfección.

Esta actitud positiva debe manifestarse en primer término dentro de su propia Logia. Ser generoso. Apoyar al débil. Compartir alegrías. Instruír al curioso. Guiar al perplejo. Escudar al inocente. Criticar sin herir. Incentivar sin lisonjear. Evitar la discordia. Dominar la ira.

Condicionado el masón para actuar guiado por sus reflejos benéficos que establecen las bases para su propia realización como individuo, debe exportar su "modus faciendi" a su entorno profano. En primer termino al seno de su familia, desarrollando los lazos de amor con su compañera para que las vicisitudes de la vida diana sólo sean un factor de unión entre ambos e inculcando en sus hijos los principios esenciales de la ética masónica. Luego a todos y cada uno de sus centros de actividad: a sus vecinos, al conductor con el que comparte las saturadas vías de tránsito, al subordinado, al colega, al cliente, al proveedor. Y también al coligado o al oponente político de todo grupo social en el que actúe.

El proceso de purificación y su concretización no pueden sin embargo ser unilaterales: también debe encontrarse el eco adecuado en todos los elementos de esta ecuación de relaciones humanas, para que ninguno de ellos sea mal aprovechado por su ingenuidad.

El idealismo del masón no puede ser ajeno a una equilibrada y pragmática consideración de la realidad: aprender a juzgar adecuadamente a los hombres para unirse a sus pares y alejarse de los recalcitrantes en ideas, acciones u omisiones perniciosas.




EL TEMPLO Y LA BIBLIA


Jorge Payne, Gran Maestro de la Gran Logia de Inglaterra, termina en 1721 la elaboración del llamado "Reglamento General de las Logias". En 1723 el Reverendo Jaime Anderson basándose en ese Reglamento y en antiguas constituciones de Logias góticas edita el "Libro de las Constituciones Masónicas". Ambos manuscritos contienen profundas raíces bíblicas, al igual que la tradición religiosa anglosajona, de la cual Anderson era un destacado representante. He aquí algunas referencias de investigación extractadas del trabajo del firmante que leído en el Congreso Internacional (1995) de la Academia Masónica Brasileña de Letras.

La primera mención debe ser para el Rey Salomón. Jehová le dice a David, su padre: "Salomón, tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios." (Crónicas I, 28/6).

"Tú no edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre." (Crónicas I, 28/3). El Templo masónico, al igual que el del Rey Salomón, es un templo de Paz y Fraternidad.

"Y envió el Rey Salomón e hizo venir de Tiro a Hiram". "Hijo de una viuda de la tribu de Neftali" (Reyes I, 6/13) "... el cual sabe trabajar en oro y plata, en metal y hierro, en piedra y en madera ... en lino y en carmesí. Asimismo para esculpir todas las figuras y sacar toda suerte de diseños que se le propusiere ..." "... con los Maestros que est´án conmigo en Judá y en Jerusalén." (Crónicas 2, 2/7).

La leyenda de Hiram, es el fundamento simbólico del Tercer Grado. Los Maestros ya la conocen y los Aprendices y Compañeros estudian para recibir la capacitación necesaria que les permita interpretarla. El Templo que Salomón ordenó construir en honor a Dios, al igual que el de la Logia, es rectangular: "La casa que el Rey Salomón edificó a Jehová, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho" (Reyes I, 6/2).

Las dos columnas identifican también al Templo de la Logia con el salomónico: "Y asentó las columnas delante del Templo, la una a mano derecha y la otra a la izquierda. Y a la de la mano derecha llamó Jachin y a la de la izquierda Boaz." (Crónicas II, 3/17). IAJIN (fonética española) está formada por uno de los nombres de Dios (IA = letras IUT, HEI) y la raíz del verbo Lehajín (JIN = letras JAV, IUT, NUN FINAL), por PREPARAR, ESTABLECER: ÉL (DIOS) establecerá o preparará. BOAZ quiere significar que en ÉL (en Dios) ESTÁ (BO = letras BET, VAV) LA FUERZA (AZ = letras AIN, ZAIN).

Igualmente, esta ubicación de derecha e izquierda, marca el desarrollo del Templo: la palabra IAMIN = DERECHA (letras IUT, MEM, IUT, NUN FINAL), significa también en hebreo el punto cardinal SUR <El Oriente se menciona en la Biblia como Kedem (letras KUF, DALET, MEM FINAL) = Oriente, Kedmá (letras KUF, DALET, MEM, HEI) = hacia el Oriente (Crónicas II, 3/10). KEDEM también es Delante o Frente. Y si nos enfrentamos al Este, nuestra mano derecha queda al Sur>. Por lo tanto, si en el Sur esta la columna IAJIN, (Ver abajo llamada respecto a la ubicación de la Columna B en el Templo) el frente es el Este, el Oriente. El Templo se desarrolla pues de Oriente a Occidente, en la misma dirección en que brillan los rayos del sol naciente, origen de toda sabiduría. Su ancho es de Norte a Sur. Su profundidad llega hasta el centro de la tierra (cabe recordar el VITRIOL de la C:. de R:.) y su altura llega hasta el cenit, un infinito de hermandad, de sabiduría y de perfección.

Siguiendo con el paralelismo simbólico es importante recordar que en el Rit:. de I:., al final del S:. V:. Simb:., la T:. P:. es la de la "Purif:. por el A:.". ¿Dónde es conducido el C:. por el S:. Exp:.? A la "Mar de Bronce". El texto bíblico dice coincidentemente: "Hizo asimismo un mar de fundición ... perfectamente redondo." (Reyes I, 7/23) "... el mar era para lavarse los sacerdotes en él." (Crónicas II, 3/6). Y cuando después del T:. V:. el C:. pasa por la "Pr:. del F:.", es al "Altar de los Perfumes" donde se lo conduce. Y esto también recuerda al Rey Salomón cuando se pregunta retóricamente: "¿Quién pues soy yo, que le edifique casa (a Dios) ... sino para quemar perfumes delante de Él?" (Crónicas II, 2/6). Porque David, su padre, le había dado "... oro puro por peso para "El Altar del Perfume ..." (Crónicas I, 28/18).

La Biblia en el Altar tiene tanto para judíos como para cristianos, - ambos follaje de las sabias, fuertes y bellas raíces salomónicas, - un significado espiritual e histórico singular. Sin embargo, todo masón puede ver en el Libro Sagrado de su creencia, un camino para la elevación de su vida, que lo conduzca al objetivo trascendental de la perfección.




VIVENCIAS TRASCENDENTALES

Con motivo de la culminacion de una Veneratura


"Y salió Jacob de Beer Sheba y fue a Haran;
y encontró con un lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto;
y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y acostóse en aquel lugar."
"Y soñó, y he aquí una escala que estaba apoyada en tierra y su cabeza tocaba en el cielo ..."

Génesis 27:10/11/12

Sólo un peldaño por vez puede alcanzar el Masón en su esfuerzo por elevarse espiritual e intelectualmente. Lo consigue aplicando una férrea autodisciplina. Apoyándose en la escala infinita e interminable de su perfeccionamiento, va acumulando conocimientos que a la vez generan la energía indispensable para alcanzar nuevas metas de sabiduría.

Mas no basta el bagaje doctrinario: la Logia es un mundo a cuya mecánica se aplican todas las técnicas de las relaciones humanas y la organización grupal. De esta manera, cada eslabón de la cadena fraternal acepta una misión:
Comienza por guardar silencio e instruirse.

Expresa luego sus dudas, recibe las respuestas, las analiza y llega a conclusiones provisorias que finalmente se atreve a expresar.

Sus méritos (y no su antigüedad) lo hacen merecedor de un Aum:. de Sal:. y luego de una Ex:. a la maestría. Se le confía una responsabilidad como Oficial. El fiel cumplimiento de la misma y el cariño del que se haya hecho merecedor contribuyen a que sus Hermanos lo elijan para ejercer cargos superiores. Quizá hasta llegue a ser el primero entre sus pares. Y el final de cada ciclo se convierte en un nuevo renacer al silencio, al estudio y a la expectativa. Sin embargo, la energía y la capacidad del Hermano sólo pueden traducirse en una colaboración desinteresada y sin límites, que contribuya al engrandecimiento de su Logia, el común tesoro. Cada uno retribuye así la irrepetible oportunidad que se le ha brindado para utilizar una maravillosa escala experimental, con la cual le es posible desarrollar nuevos enfoques, fructíferos, tolerantes y generosos, enriquecidos por la practica del Arte Real. Cada etapa de su ascención es pues una vivencia trascendental, plena y gozosa, que debe llenar a obrero de sano orgullo ante la misión cumplida.


José Schlosser
E-mail:  schloser@netvision.net.il



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